El constructor estadounidense Boeing anunció que ha comenzado el proceso final de ensamblado de su primer 787-10 Dreamliner en los talleres de la empresa en North Charleston, en Carolina del Sur, Estados Unidos.
Con esto, el avión de prueba entra a la siguiente fase de producción, etapa donde se unen todas las secciones principales, se completan los componentes interiores y exteriores, se conecta el sistema eléctrico y se inician las pruebas de producción.
En un comunicado, Boeing expresó su deseo de que el 787-10 Dreamliner levante el vuelo en 2017, con una primera entrega prevista para 2018.
Al entrar en la siguiente fase del desarrollo del 787-10, vemos con entusiasmo cómo nuestro primer avión cobra vida”, declaró Ken Sanger, vicepresidente y gerente general de desarrollo del 787 para Boeing Commercial Airplanes.
El 787-10 es el tercer miembro de la familia 787 Dreamliner, línea de aeronaves de Boeing caracterizada por una alta eficiencia y un entorno amigable para los pasajeros. En la misma tónica, este modelo mantendrá un 95 por ciento de compatibilidad con el 787-9, aunque con más asientos y mayor capacidad de carga, lo que representaría un incremento de 25 por ciento de eficiencia de combustible y reducción de emisiones por asiento.
A la fecha, Boeing ha recibido 154 pedidos de 787-10 por parte de nueve clientes.
