Spirit contrató a la firma asesora financiera PJT Partners y a las consultoras FTI y Seabury Airline Strategy Group para que le ayuden a evaluar sus alternativas estratégicas ante el problema de liquidez que enfrenta, además de otras dificultades, publicó The Wall Street Journal.
Hace dos semanas, la aerolínea advirtió que necesitaba recaudar más efectivo o habría el riesgo de dejar de operar dentro de 12 meses, anuncio se dio apenas cinco meses después de que la empresa emergiera del proceso de bancarrota bajo el Capítulo 11.
Se espera que los nuevos asesores le ayuden a evaluar sus alternativas estratégicas, una de ellas podría ser una segunda reestructuración para abordar problemas que no se resolvieron durante el proceso anterior.
Ante sus dificultades, la aerolínea dispuso la semana pasada de los 275 millones de dólares (mdd) que tenía disponibles en una línea de crédito revolvente, movimiento que hizo que la calificadora Moody’s rebajara su calificación crediticia en dos escalones.
Otras acciones que ha tomado la empresa para aumentar sus reservas de dinero fueron ofrecer productos más sofisticados y reducir costos, en esta segunda opción estuvo el suspender temporalmente a 500 pilotos adicionales de cara al otoño.
La débil demanda doméstica de viajes de placer ha sido uno de los factores que han afectado a Spirit en busca de su recuperación financiera y expertos afirmaron que la aerolínea no tomó decisiones importantes durante su periodo de bancarrota, como renegociar contratos de arrendamiento de aviones o reducir operaciones, lo cual podría haber aliviado su carga de deuda.
También está en proceso de vender 23 aviones Airbus A30 y A321 y CNBC informó que los arrendadores de aeronaves están contactando a otras aerolíneas para medir su interés en adquirir algunos de los aviones de Spirit.