Un Boeing 787 Dreamliner de KLM se vio obligado a regresar a Tokio después de que aparecieran grietas en el parabrisas de la cabina de tripulación. El avión, que se dirigía a Ámsterdam.
El vuelo involucrado en el incidente era el KL862 que partía del aeropuerto de Tokio-Narita (NRT) con destino a Ámsterdam el 17 de junio de 2024. El vuelo estaba siendo operado por uno de los 13 aviones Boeing 787-9 Dreamliners con matrícula de la flota de la aerolínea holandesa PH-BHA.
Después de despegar de Narita a las 11:18 hora local, el vuelo ascendió a 25,000 pies mientras se dirigía hacia el noreste siguiendo la costa japonesa. Sin embargo, después de volar durante unos 50 minutos y haber alcanzado los 25,000 pies en su ascenso, el avión hizo un giro brusco hacia el oeste antes de regresar a Tokio.
Voló una ruta indirecta para deshacerse del exceso de combustible y evitar un aterrizaje con exceso de peso, el avión aterrizó de regreso en el aeropuerto de Narita a las 13:25, dos horas y siete minutos después de la salida.
Aunque se trata de un hecho inusual, se sabe que ocurren incidentes de este tipo. Aunque no suponen un riesgo inmediato para la seguridad de la aeronave, ya que los paneles de vidrio de los parabrisas de la cabina son de varias capas, la tripulación tiende a regresar a su punto de origen con mucha precaución y de acuerdo con los procedimientos operativos estándar de la aerolínea. Ch-aviation, indicó que el avión en cuestión (PH-BHA) tiene 8.7 años y fue entregado por primera vez a KLM en diciembre de 2015.
Tiene capacidad para 275 pasajeros en una configuración de tres clases y está propulsado por dos motores General Electric GEnx
