Delta Air Lines informó que en las últimas semanas detectó múltiples casos de pasajeros polizones en vuelos nacionales que utilizaron capturas de pantalla y fotografías de tarjetas de embarque digitales legítimas y códigos QR de otras personas para colarse en los vuelos.
Según medios de información estadounidenses, el pasado 17 de marzo de 2024, un hombre de Texas fue arrestado cuando abordaba un vuelo de Delta en el Aeropuerto de Salt Lake City (SLC) con destino al Aeropuerto Internacional Austin-Bergstrom (AUS) en Texas.
Inicialmente se le reservó un vuelo de Southwest, pero debido a que el vuelo terminó lleno, lo reasignaron a una salida posterior. En lugar de esperar el nuevo vuelo designado, se dirigió a las puertas de embarque de Delta, donde se le vio en imágenes de vigilancia tomando fotografías de los teléfonos y tarjetas de embarque de pasajeros desprevenidos.
El polizón pasó la mayor parte del tiempo dentro del baño del avión hasta que una azafata descubrió que todos los asientos ya estaban ocupados. Cuando la tripulación pudo reconstruir todos los eventos, el avión se dirigió de regreso a la puerta del aeropuerto, donde el hombre fue recibido por la policía.
Mientras que el pasado 12 de abril de 2024, se descubrieron dos polizones separados estaban a bordo del vuelo DL 245 desde el Aeropuerto Internacional Hartsfield-Jackson de Atlanta (ATL) al Aeropuerto Internacional de Los Ángeles (LAX).
Un pasajero a bordo del vuelo compartió que una familia de cinco personas abordó el vuelo y encontró a dos personas que ya ocupaban los asientos que les habían asignado. Cuando intervino una azafata, a uno de los pasajeros se le pidió que mostrara su tarjeta de embarque desde la aplicación Delta. Insistió en que solo tenía una captura de pantalla de su tarjeta de embarque porque su hermana le reservó el vuelo. Finalmente, los dos pasajeros fueron retirados del vuelo después de no presentar tarjetas de embarque legítimas en lugar de capturas de pantalla o fotografías.
Sin embargo, había otros polizones en el vuelo. Cuando el vuelo llegó a LAX, agentes de policía y el FBI abordaron el vuelo y sacaron a tres pasajeros de la parte trasera del avión. La familia de cinco miembros, junto con otros pasajeros sentados dentro los alrededores, también fueron llevados para interrogarlos.
Las investigaciones demostraron que en la mayoría de los casos de pasajeros que utilizan las mismas tarjetas de embarque, los agentes de la puerta simplemente lo atribuyen a un error del sistema o de escaneo y, junto con las presiones de los pasajeros que abordan a tiempo, producen otra tarjeta de embarque para el segundo pasajero.
