Garantizar la seguridad y la eficiencia en los vuelos es una responsabilidad común de los sobrecargos, quienes a menudo deben lidiar con pasajeros indisciplinados o poco considerados.
La sobrecargo Bae Lee explicó cuáles son los errores habituales que los pasajeros cometen al abordar un avión.
Entre los comportamientos que considera especialmente grosero es cuando los pasajeros entregan basura tan pronto como suben a bordo, mientras los sobrecargos les están dando la bienvenida. “La mayoría de las veces, el saludo se ignora por completo y se procede a entregar una taza de Starbucks. Esto es simplemente una falta de educación”, comentó Lee.
Entre los consejos para hacer que los vuelos sean más fluidos, recomendó beber agua antes de volar, ya que la altitud puede causar deshidratación rápida. También mencionó que, aunque una escala larga podría tentarte a tomar unas cervezas, es aconsejable moderar el consumo.
En relación a situaciones en las que los pasajeros necesitan usar el baño mientras el avión está en la pista, Lee señaló que esto puede causar demoras significativas.
Por norma, indicó las aerolíneas no pueden despegar con pasajeros en el baño, lo que también retrasa las instrucciones de seguridad de los sobrecargos.
“Esto causa caos porque no pueden regresar a su asiento. No hay espacio para pararse, y obstaculiza el proceso de embarque cronometrado. Es mejor usar el baño en el aeropuerto, donde generalmente hay tiempo suficiente”, explicó.
Lee hizo hincapié en la importancia de revisar el pase de abordar antes de buscar el asiento asignado. “Verifícalo dos veces, incluso tres veces antes de abordar”, recomendó. Tomar el asiento incorrecto puede generar retrasos y confusiones en el proceso de abordaje.
“Además los pasajeros pueden retrasar el abordaje si se quedan parados en el pasillo tratando de sacar todas sus pertenencias de sus mochilas antes de ponerlas en el compartimento superior”, advirtió.
Por ello recomendó que los objetos pequeños se mantengan debajo del asiento, y que los pasajeros saquen sus pertenencias mientras están parados frente a su asiento, permitiendo que los asistentes de vuelo puedan pasar y evitando retrasos.
En resumen, ser considerado y respetuoso durante el proceso de abordaje no solo beneficia a los asistentes de vuelo, sino también a otros pasajeros y al propio vuelo.
