La aerolínea Vueling, perteneciente al grupo IAG, está centrando sus esfuerzos en una estrategia de aviación más sostenible con el fin de minimizar su impacto en el medio ambiente.
Una de las piedras angulares de esta estrategia es la optimización de las trayectorias de vuelo.
En colaboración con actores clave en la gestión del espacio aéreo, como Enaire y Eurocontrol, Vueling está trabajando en el diseño de rutas aéreas más eficientes.
Esto se traducirá en una disminución de aproximadamente el 10% en el consumo de combustible, con la consecuente reducción de emisiones. Además, la compañía está enfocada en mejorar las maniobras en tierra y en volar a altitudes y velocidades óptimas en cada ocasión.
La aerolínea también ha establecido alianzas estratégicas con empresas como Repsol y Cepsa para avanzar en el desarrollo de combustibles de aviación sostenibles (SAF).
Además, está colaborando con la Fundación Greennova para capturar CO2 de la atmósfera y está involucrada con la Red Española de Hidrógeno y el Valle del Hidrógeno en Cataluña, impulsando así la producción de hidrógeno verde para combustibles sostenibles.
Vueling está apostando por una flota más eficiente, incorporando motores de última generación.
La compañía también ha implementado medidas para reducir el peso de sus aviones, como la digitalización de la documentación a bordo y el uso de trolleys más livianos. Estas iniciativas están logrando disminuir el consumo de combustible en hasta un 20%, lo que a su vez reduce significativamente las emisiones.
Además, Vueling es la única aerolínea que suministra diariamente SAF en el aeropuerto de Barcelona. Desde junio de 2022, brinda a sus pasajeros la opción de contribuir a la reducción de su huella de carbono mediante una aportación voluntaria al comprar su billete. Esta contribución se traduce en la carga de SAF en el día del vuelo, que Vueling iguala, duplicando así la reducción de emisiones de CO2.
En el primer año desde el lanzamiento de esta iniciativa, más de 100,000 clientes de Vueling han colaborado, lo que ha resultado en la entrega de más de 145 toneladas de SAF y la reducción de más de 350 toneladas de CO2. Esta cifra es equivalente a más de 37 vuelos entre Londres y París.
