Desde que inició la reestructuración de Grupo Aeroméxico en el Capítulo 11 del Código de Quiebras de Estados Unidos, pudo realizarse lo establecido en el reglamento de la Bolsa Mexicana de Valores (BMV), debido a la situación jurídica que enfrentaba la empresa.
De acuerdo con especialistas de la firma Rosa Náutica, como parte del Plan de reestructura de la aerolínea se reconstruyó el capital social de la empresa, lo que hizo que los poseedores de las acciones o inversionistas se convirtieran en socios minoritarios de la compañía debido a la nueva constitución de su capital social.
El nuevo capital social aún no está registrado en el Registro Nacional para ser bursatilizado, y debido a la dilución que el mismo plan plantea, quedan muy pocas acciones cotizando.
“Esta situación distorsiona al operador en la Bolsa, ya que por la operación del split inverso suceden dos cosas: registran las nuevas acciones o quitan el registro de las antiguas; hay que tener en cuenta que la información financiera del emisor va a seguir existiendo por los certificados bursátiles que prevalecen aún en el caso de salir de la bolsa”, se afirmó.
Según los expertos de Rosa Náutica, la BMV ha dado de manera histórica poco seguimiento a su mismo reglamento con lo que respecta a la cancelación de listado, porque desde que Aeroméxico se adhirió al Capítulo 11, debió aplicar lo que dice el reglamento y cancelar su listado, ya que estaban judicialmente declarada en quiebra; “es una situación sumamente compleja dado a la diferencia de jurisdicciones sobre la masa concursal”.
El que Aeroméxico siga cotizando actualmente deriva de la situación de operar de manera normal en un país y en bancarrota en un tercero, lo anterior no es lo mejor en términos de certidumbre al público inversionista, porque el plan es claro y se van a diluir las acciones del antiguo capital social.
De acuerdo con un comunicado emitido por Aeroméxico, el próximo 27 de junio del 2022 en una asamblea extraordinaria de accionistas se decidirá su salida o no de la BMV; “de quedarse cotizando tendrá que plantearse las necesidades jurídicas que necesitan para enlistarse, en base a la nueva estructura de capital social; aunque lo más posible es que no regresen de maner rápida y busquen alternativas bursátiles, como el mismo emisor ha comunicado al mercado”.
“Artificialmente se ha hecho mucho ruido, las acciones en circulación representan hoy a una minoría, pero el emisor muestra que va a proteger al mercado y buscan una decisión para el emisor ya que van a seguir cotizando mientras no se tenga una decisión final”, aseguró el especialista.
