Desde las primeras horas ya se empieza a percibir la “danza” incesante de pasajeros, tripulantes y la nunca faltante compañía que despide o recibe a algún conocido en este espacio de masiva concurrencia.
A estas alturas del día hay que estar más despiertos que lo que quisiera el cuerpo, ya que los dormitorios “comunitarios” que hay sobre el piso de la terminal aérea ponen en juego el equilibrio e imaginación para sortear piernas, cobijas, maletas y mascotas que acompañan a los fatigados que están de vuelo de conexión y prefieren descansar en donde se pueda o en donde el sueño ya los venció.
La jornada va avanzando y vemos diferentes y variadas conductas y los diferentes espacios del aeródromo llevan a cabo su propia dinámica, pero por la pandemia se ha visto afectada su variedad al cerrarse un número considerable de locales.
El tema que quiero compartir con ustedes es la atención que tienen las aerolíneas para con sus clientes, la cual no se distingue siempre por ser y enaltecer el término más puro de “atención”, ya que el trato que reciben los pasajeros en los mostradores de las aerolíneas muchas veces se vuelve caótico por hechos operativos que las líneas aéreas achacan a poco personal por la pandemia; pero el caos va mucho más allá, la atención en redes sociales es un estira y afloja por los equipajes y el manejo de los contenidos.
Si bien la coordinación operativa para el despacho de los vuelos, así los dimes y diretes entre prestadores de servicio y las autoridades del aeropuerto en la mayoría de los casos ponen en jaque a los usuarios por la ineficiencia en la atención más cercana y eficiente a los usuarios y eso también se ve reflejado en los centros de atención a clientes telefónicos o en las redes sociales, ya que la guerra de suposiciones de las razones por las cuales se retrasa un vuelo, por sólo citar un ejemplo.
En fin, dentro del espacio aeroportuario suceden hechos propios de una micro ciudad, con el toque particular de ser cosmopolita.
*San Arbu. Comunicador por nacimiento y comunicólogo desde hace más de 25 años. Sensible y amante de la música, especialmente la Trova Latinoamericana, la música clásica y la Celta. Es altamente receptivo a la vida y de sus pequeños detalles.
Twitter: @SanArbu
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