Por José Miguel Campillo
El Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas cerró, el día 9 de Enero del presente mes, por el temporal Filomena. El aeropuerto dejó de operar por las nevadas y la reducida visibilidad debido a la incesante caída de nieve. Todos los vuelos fueron desviados a otros aeropuertos fuera de Madrid.
La pregunta es: ¿Se podría haber evitado? ¿Se podría haber minimizado el impacto que supuso?
Todos sabemos que es la pregunta del millón de euros, aunque podemos sacar varias reflexiones. Evidentemente no se puede prever la intensidad de un temporal que sabíamos que se iba a producir, pero un aeropuerto de la categoría de Madrid- Barajas, no se puede permitir el cierre definitivo, anulando todas las operaciones de despegues y aterrizajes y desviando los vuelos a otros aeropuertos.
El transporte aéreo se maneja en un cuadro de precisión casi absoluto. Todo está medido al milímetro para que nada falle y los riesgos disminuyan al máximo. Tenemos variables e indicadores para escenarios concretos y de esa forma establecer los recursos para evitar males mayores.
Las Irregular Operations (IROPS), son procedimientos para operaciones no habituales, tales como incidentes, accidentes y por supuesto las condiciones meteorológicas adversas (vientos, tormentas, niebla o nieve). Situaciones que alteran el normal funcionamiento aeroportuario.
Todos los aeropuertos, por pequeños que sean, tienen su Plan de Actuación para situaciones complejas. En el caso de advertencia de nieve, como fue el caso de Madrid- Barajas, hay un plan de actuación pre-durante- post nevada tanto en el lado tierra (terminal) como en su lado aire (pistas de despegue, taxi- ways, procedimiento de-icing, parking, etc..)
Todos sabemos que el temporal Filomena no se puede eliminar pero si hubiéramos tenido una mejor planificación se podría haber evitado el Caos.
Planificación significa trazar líneas de acción ante actividades diferentes, hacer un plan para prevenir. La prevención es adelantarse ante la sospecha de lo que va a ocurrir, constatado con hechos históricos. Y sino que se lo digan a los Nórdicos (que de nieve saben un poco).
El caos es el estado completo del desorden, según la etimología griega. Un desorden que se puede minimizar si planificamos con orden y concreción, parametrizando y midiendo todos los posibles escenarios.
Estamos en la Era de la tecnología, de la precisión y el adelantarnos a todo. Por lo tanto ¿Qué ha fallado? ¿Qué hemos hecho mal? Porqué seguimos tropezando en la misma piedra con un resultado que habla por sí solo.
La pregunta es simple y evidente ¿Por qué no se evitó?
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