En colaboración con AeroTime
Un pequeño avión privado con matrícula RA-2151G, se accidentó el pasado 31 de marzo de 2019 al oeste de Alemania, dejando sin vida al piloto y dos pasajeros, una de los cuales era copropietaria de la aerolínea rusa S7.
Natalia Fileva, co-owner of Russian S7 Airlines and chair of the S7 group died in a plane crash in Germany aged 55. The private Epic LT plane was en route from Cannes-Mandelieu airport in France to Egelsbach airport in Germany as it crashed killing the pilot and two passengers pic.twitter.com/L4SHslZV4q
— The Siberian Times (@siberian_times) 31 de marzo de 2019
La aeronave pertenecía a Epic LT (parte de la flota de Globus Airlines, subsidiaria de S7) y realizaba un vuelo desde el aeropuerto de Cannes Mandelieu (CEQ), en Francia, hasta el aeropuerto de Frankfurt Egelsbach (QEF), Alemania.
En una declaración oficial de la aerolínea, se reveló la identidad de los pasajeros:
“El 31 de marzo de 2019, Natalia Fileva, una accionista de S7, falleció durante el descenso de un avión privado Epic-LT con destino al aeropuerto de Frankfurt”, señaló el operador quien añadió que el piloto y el otro pasajero –quien se cree era el padre de la accionista– también fallecieron.
Cabe resaltar que la aeronave, con capacidad para seis pasajeros, fue construida de manera amateur por Epic Aircraft y aún no contaba con una certificación oficial de vuelo. Además, S7 Technics adquirió al fabricante en 2012.
De igual forma, el Aeropuerto de Frankfurt Egelsbach ha sido calificado como uno de los más peligrosos de Europa por el diario alemán Der Spiegel, debido principalmente a la falta de un sistema de aterrizaje por instrumentos (ILS) y una pista muy corta.
De acuerdo con medios locales, la copropietaria de la aerolínea –cuarta mujer más rica de Rusia– viajaba a Alemania para recibir un tratamiento médico. Estaba casada con el presidente de S7 AirSpace Corporation, Vladislav Filev.
El avión se impactó en un campo cerca de Frankfurt, quemándose completamente después del incidente. La causa de este hecho está siendo investigada por un comité internacional, incluidos los investigadores rusos.
