Durante la verificación extraordinaria que la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) realizó a Aerolíneas Damojh S.A. de C.V. (Global Air) a causa del accidente del 18 de mayo pasado en La Habana, Cuba, la dependencia identificó que la empresa en realidad no tiene aeronaves propias y que Manuel Rodríguez Campo, quien se ostenta como director general de la aerolínea, ni siquiera es socio de la misma.
Esta información fue revelada a A21 por Luis Gerardo Fonseca, titular de la mencionada dependencia, al apuntar que el esquema de arrendamiento implementado entre las aerolíneas cubana y mexicana estuvo dentro del marco legal.
Luis Gerardo Fonseca, durante la LXXI asamblea de CPAM.
Sin embargo, Fonseca también resaltó que dentro de los hallazgos de la inspección a Global Air se observó un “esquema de operación interesante”.
“(Rodríguez Campo) de hecho no forma parte de la empresa: los socios son empresarios mexicanos. Él es dueño de las aeronaves y de la empresa de Honduras (EasySky) que renta las aeronaves a Aerolíneas Damojh. Ese fue uno de los temas que vieron en la verificación, (por lo que) tiene que presentar sus contratos de arrendamiento”, añadió.
La aeronave accidentada, un Boeing 737-201 (matrícula XA-UHZ) con 113 ocupantes a bordo (incluidos siete ciudadanos mexicanos, seis de ellos miembros de la tripulación) se precipitó poco después de despegar del aeródromo de la capital caribeña. Sólo sobrevivió una pasajera de nacionalidad cubana.
Los otros dos equipos registrados bajo la marca Damojh son un B737-200 (XA-UMQ) y un B737-500 (XA-UZK).
En un comunicado divulgado el lunes 16 de julio, Rodríguez Campo culpó a Fonseca y a otros tres funcionarios de la DGAC de actuar con dolo en la tardanza del dictamen final sobre la inspección de emergencia, proceso que implica la suspensión del certificado de operador aéreo de Global Air.
No obstante, dadas las críticas de diferentes actores de la aviación nacional e internacional, el comunicado fue retirado de las redes sociales de la compañía.
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