Este jueves, Delta Air Lines reportó que sus ganancias del cuarto trimestre de 2017 (4T17) disminuyeron 8 por ciento en comparación con el mismo periodo de 2016, caída provocada por los problemas operativos de diciembre que le generaron pérdidas por 60 millones de dólares (mdd).
No obstante, la aerolínea anunció también que su pronóstico de ganancias para 2018 se elevará, esto como reflejo de una tasa corporativa más baja, derivada de la reciente reforma fiscal en los Estados Unidos.
En primer lugar, la caída en los rendimientos del 4T17 se debió a las casi mil cancelaciones que sobrevinieron a la tormenta invernal Benji, que a principios de diciembre cubrió de nieve el aeropuerto Hartsfield-Jackson en Atlanta, principal centro de operaciones de Delta.
Y recordemos también que, unos días después, un apagón en el mismo aeródromo forzó a la línea aérea a cancelar otros mil 400 vuelos.
Pese a estas dificultades, el resultado global del último trimestre no fue tan malo como se esperaba, ya que Delta marcó mil millones de ingresos antes de impuestos. En términos netos, las ganancias sumaron 572 mdd, una “ligera” caída con respecto a los 622 mdd registrados en el mismo trimestre del año anterior.
Proyecciones optimistas
Por otro lado, la compañía informó que elevará su rango de beneficios por acción para el 2018 entre 6.35 y 6.70 dólares, es decir, un alza del 20 por ciento con respecto a estimados previos.
Esto pese al entorno de incremento de costos que la aerolínea debió enfrentar en 2017. El más importante, sin duda, fue el combustible, que se elevó 20 por ciento por encima del precio de 2016.
Además, el inicio de año ya presentó algunos inconvenientes para la segunda aerolínea de los EU, pues el ciclón invernal que afectó la costa este de los EU y provocó el cierre de los dos principales aeropuertos en Nueva York, le dejó un saldo de mil cancelaciones en lo que va del año.
Así, el pronóstico para el trimestre en curso supone un crecimiento de entre el 2.5 y 4.5 por ciento en sus ingresos unitarios, medio punto porcentual sobre el estimado de los gastos operativos netos totales (excluyendo combustibles y retornos de inversión). Un desempeño que la empresa pretende replicar por el resto del año.
“Entramos a 2018 con un impulso significativo, con cada entidad por separado entregando ingresos positivos por pasajero por primera vez en cinco años, esto motivado por un entorno robusto en la demanda de viajes y tarifas de negocios reforzadas”, concluyó Glen Hauenstein, presidente de Delta.
