La NASA desarrolla un programa experimental para estudiar aeronaves eléctricas de despegue y aterrizaje vertical (eVTOL), similares a taxis aéreos, con el fin de generar datos abiertos que permitan avanzar en la movilidad aérea avanzada.
El objetivo es comprender mejor la dinámica de vuelo y diseñar sistemas de control más seguros y eficientes. Para ello, el organismo utiliza túneles de viento y pruebas de vuelo con su Aeronave de investigación para tecnologías habilitadoras de eVTOL (RAVEN)
Las pruebas en el Túnel de viento a escala reducida y prueba en vuelo (Subscale Wind Tunnel and Flight Test, SWFT), se realizan en el Centro de Investigación Langley de la NASA, en Hampton, Virginia. La aeronave de prueba pesa 38 libras, tiene una envergadura de seis pies y está equipada con 24 efectores de control que pueden moverse de manera independiente durante el vuelo. Estas características permiten simular maniobras complejas y analizar la respuesta del vehículo en condiciones que reproducen un vuelo real.
Los ingenieros recopilan información sobre estabilidad, control y comportamiento aerodinámico, lo que facilita la validación de diseños antes de escalar a modelos de mayor tamaño.
Siena Whiteside, responsable del proyecto Research Aircraft for eVTOL Enabling techNologies (RAVEN), destacó que la capacidad de la NASA para llevar estas aeronaves al límite resulta esencial. Señaló que el propósito es entender cómo reaccionan frente a fallas o eventos imprevistos.
“Cuando un motor deja de funcionar, la NASA está dispuesta a asumir ese riesgo y publicar los datos para que todos puedan beneficiarse de ellos”, explicó Whiteside.
Según la agencia, gran parte de la información que generan las empresas privadas se mantiene en secreto, lo que dificulta el acceso a referencias técnicas en el sector.
El equipo de investigación perfecciona en tiempo real el software de control de la aeronave y puede cargar nuevas versiones en cuestión de minutos, lo que reduce tiempos de desarrollo y permite obtener más datos en menos vuelos.
Este trabajo se apoya en herramientas proporcionadas por la empresa MathWorks, con la que la NASA mantiene un acuerdo de colaboración. La cooperación facilita el diseño de métodos de control aplicables a aeronaves novedosas y contribuye a reducir el tiempo entre la etapa de diseño y el primer vuelo.
La NASA considera que los avances de RAVEN SWFT serán la base para construir un modelo de mayor tamaño, de la clase de 1,000 libras, en colaboración con el Instituto Tecnológico de Georgia.
Esta versión permitirá estudiar tanto el desempeño aerodinámico como el impacto acústico de aeronaves similares a taxis aéreos. Con estos datos abiertos, la agencia busca reforzar el liderazgo de Estados Unidos en el desarrollo de tecnologías para operaciones de movilidad aérea avanzada que sean seguras, silenciosas y accesibles.