Los cuatro satélites Constellation Optique 3D (CO3D) que construyó Airbus, en colaboración con la Agencia Espacial Francesa (CNES), ya están en la órbita terrestre para empezar su misión: crear un mapa tridimensional de alta precisión de la superficie terrestre, sobre todo Francia y partes de África y Asia.
Los aparatos espaciales llegaron a su posición mediante un cohete Vega-C de Arianespace, el cual se lanzó desde el Puerto Espacial Europeo en Kourou, Guayana Francesa, informó el fabricante.
Los satélites generarán un Modelo Digital de Superficie (DSM) global de alta resolución, proporcionando imágenes estereoscópicas de 50 centímetros a la CNES, y productos de imagen 2D para clientes gubernamentales y comerciales.
“El exitoso lanzamiento de la constelación CO3D es un testimonio de la innovación europea y un paso importante para nuestras capacidades de observación de la Tierra de primera clase”, declaró Alain Fauré, director de sistemas espaciales en Airbus.
Estos satélites, producto de la nueva generación S250, pueden ahora entregar un mapa 3D revolucionario del planeta y ofrecer capacidades de observación con alta resolución y alta frecuencia de revisita. Este programa, que ya genera gran interés en el actual contexto geopolítico, refleja nuestro compromiso con la innovación tecnológica, industrial y comercial.
Los cuatro satélites, de 285 kilogramos cada uno, se encuentran ahora en una órbita heliosincrónica a 502 kilómetros de altitud y durante los próximos seis meses se someterán a pruebas en órbita, antes de iniciar una campaña de año y medio para generar un mapa 3D de Francia y del denominado “arco de crisis” (zona que comprende África Occidental hasta Asia Central) para CNES.
Todos los datos se procesarán en un segmento terrestre basado en la nube, operado por Airbus, que producirá el mapa 3D final para aplicaciones civiles y militares críticas, desde geología e hidrología hasta planificación urbana y seguridad civil.
Los satélites CO3D incorporan un nuevo modo de observación llamado Step and Stare: cada aparato utiliza su detector matricial para capturar imágenes (Stare) y cubrir áreas de interés con capturas de aproximadamente 7×5 kilómetros, y la gran agilidad de las plataformas les permite reposicionarse rápidamente entre fotografías sucesivas (Step), lo que ofrece imágenes con franjas de 7, 14, 21 o hasta 28 kilómetros.
Durante el lanzamiento de estos aparatos, también se desplegó con éxito el satélite MicroCarb, una misión conjunta entre CNES y la Agencia Espacial del Reino Unido, instrumento que cartografiará el contenido de carbono atmosférico a escala planetaria, proporcionando datos fundamentales para la comunidad científica del clima.