SpaceX negó que los restos de su cohete Starship, que explotó hace dos semanas durante una prueba de encendido estático, representan un riesgo de contaminación para México, postura dada a conocer luego que la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo dijera que se considerarían acciones legales.
“Como se indicó previamente, no existen riesgos para las áreas circundantes. Pruebas independientes anteriores realizadas sobre los materiales dentro de Starship, incluyendo análisis de toxicidad, han confirmado que no presentan riesgos químicos, biológicos ni toxicológicos.
“Como ocurre antes de cualquier prueba, se estableció una zona de seguridad alrededor del sitio de prueba, la cual se mantuvo durante toda la operación”, fue parte del comunicado de SpaceX difundido en redes sociales.
El pasado 19 de junio el cohete explotó en las instalaciones de la empresa en Brownsville, Texas, y en los días siguientes se reportó el avistamiento de restos del aparato en playas de Tamaulipas.
“Se está haciendo la revisión general, qué leyes internacionales se están violando y a partir de ahí iniciaremos un proceso, porque en efecto sí hay contaminación”, externó Sheinbuam Pardo en su conferencia matutina del miércoles 25.
“Lo estamos revisando, todo lo que tiene que ver con el lanzamiento de los cohetes que está muy cerca de nuestra frontera, los impactos en la zona y dentro del marco de las leyes internacionales hacer las demandas que tengan que hacerse”.
La mandataria sostuvo que José Merino, titular de la Agencia de Transformación Digital y Telecomunicaciones, está coordinando el trabajo y no está dirigido únicamente al incidente reciente de SpaceX, sino en general por este tipo de actividades.
Por su parte, la empresa espacial afirmó que ha solicitado asistencia tanto al gobierno local de Tamaulipas como al federal para recuperar los restos, además de ofrecer recursos y ayuda en las labores de limpieza.
“SpaceX espera colaborar con el Gobierno de México y las autoridades locales para lograr la pronta devolución de los restos”, dijo.
Agregó que sus intentos de recuperar los restos se han visto obstaculizados “por personas no autorizadas que han ingresado sin permiso en propiedad privada”, aunque no especificó su procedencia.