SpaceX lanzó su cohete gigante Starship al espacio desde Texas, mejorando las capacidades de vuelo espacial de la nave, pero falló en el intento de traer su cohete de regreso a tierra.
El sistema de cohetes de aproximadamente 400 pies de altura (122 metros de alto), diseñado para aterrizar astronautas en la Luna y transportar tripulaciones a Marte, despegó a las 4 p.m. CT (2200 GMT) desde el sitio de desarrollo de cohetes de SpaceX en Boca Chica, Texas.
El cohete de primera etapa de 233 pies de altura (71 metros de alto), llamado Super Heavy, se desprendió de su segunda etapa, Starship, a aproximadamente 40 millas (62 km) de altitud, enviando la nave al espacio.
El Super Heavy amerizó inesperadamente en el Golfo de México en lugar de regresar a tierra, donde se esperaba que cayera en grandes brazos mecánicos unidos a la torre desde la que despegó. El desvío de último minuto hacia el agua indicó que algo salió mal.
Una transmisión en vivo separada de la de SpaceX mostró al cohete Super Heavy explotando en una enorme bola de fuego en el horizonte del Golfo después de amerizar.
El mes pasado, Starship demostró el novedoso método de aterrizaje por primera vez, logrando un hito clave en su diseño reutilizable. Se suponía que el aterrizaje sería "más rápido y más difícil", de acuerdo con Musk, dueño de la compañía.
El director de la NASA Bill Nelson, quien se espera que deje su cargo una vez que Trump asuma el cargo en enero, felicitó a SpaceX en una publicación en la red social “X”, antes Twitter, y dijo que el reinicio del motor en el espacio de Starship marcó "un gran progreso hacia el vuelo orbital".
Se espera que el empresario multimillonario y director ejecutivo de SpaceX y Tesla ejerza una influencia extraordinaria para ayudar a sus empresas y asegurar un trato gubernamental favorable, señaló la agencia de noticias Reuters.
Facebook comments