Este lunes, el consorcio tecnológico de defensa y seguridad Northrop Grumman anunció la compra del fabricante de cohetes y misiles Orbital ATK, en una transacción valuada en 7 mil 800 millones de dólares (mdd). Esta fusión es la más grande de la industria de defensa en los últimos dos años.
Con esta adquisición, Northrop, uno de los principales contratistas del gobierno estadounidense, fortalecerá su cartera de desarrollo de sistemas balísticos, en un contexto de tensión internacional por las pruebas de misiles nucleares llevadas a cabo por Corea del Norte, en abierto desafío a las potencias del mundo occidental encabezadas por Estados Unidos.
De igual forma, la empresa con sede en Falls Church, Virginia, automáticamente se convertiría en proveedor de la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA, por sus siglas en inglés), un nicho de mercado bastante competido dada la irrupción de empresas privadas como la aguerrida SpaceX de Elon Musk, que han permitido la continuidad del programa espacial de los EU.
Al respecto, Wesley Bush, el presidente de Northrop Grumman, comentó que la compra de Orbital tiene como objetivo incrementar el avance tecnológico en torno a misiles y cohetes, y al mismo tiempo mantener la superioridad tecnológica de Estados Unidos y sus aliados ante alguna amenaza.
A raíz del anuncio, el precio de cotización de las acciones de Northrop Grumman aumentó 2.3 por ciento, mientras que los títulos de Orbital se incrementaron en casi 20 por ciento.
Cabe resaltar que la transacción se realizará formalmente hasta principios del 2018, cuando Orbital se incorpore a la estructura corporativa de Northrop como su cuarta unidad de negocios.
Northrop Grumman es el quinto fabricante de defensa más grande del mundo, especializado en la producción de aviones de combate como el F-14, así como los famosos bombarderos Stealth B-2.
Por su parte, Orbital tiene un contrato para enviar suministros a la Estación Espacial Internacional utilizando sus cohetes Antares y cápsulas Cygnus, que son desplegados desde su plataforma de lanzamiento en Wallops Island, Virginia.
Tan solo el año pasado, ambas empresas obtuvieron aproximadamente 14 mil 600 mdd de ingresos por contratos militares con el gobierno de los Estados Unidos.
