La iniciativa “Mujeres en el cambio mundial del trabajo: planeta 50-50”, de la Organización de las Naciones Unidas plantea que, para el año 2030, tendrá que haber paridad en el terreno laboral entre hombres y mujeres. Objetivo un tanto lejano pues, actualmente, sólo un 3 por ciento del total de pilotos aviadores en el mundo son mujeres. Y de 559 personas que han estado en el espacio, únicamente 59 han sido mujeres.
Originaria de Rajkot, India, Divya Kamania representa los esfuerzos actuales para lograr el cambio en una industria que históricamente ha sido capitaneada por hombres.
En entrevista con A21, la joven relató su travesía en el sector aeroespacial, un camino lleno de retos económicos, sociales y culturales, pero que no ha mermado sus aspiraciones de contribuir en proyectos que trasciendan los límites terrestres.
El primer prejuicio que venció fue el de su existencia, pues nació en un país en donde las mujeres son vistas como una carga económica y social para las familias. Se estima que, en las últimas tres décadas, 12 millones de fetos han sido abortados voluntariamente en la India por ser de género femenino.
Hoy en día, Divya es la ganadora de la beca otorgada por la Asociación Internacional de Mujeres de Aviación (IAWA, por sus siglas en inglés), apoyo dedicado a reconocer e impulsar la excelencia y el liderazgo de las mujeres en la aviación.
“En la India, ella tenía el apoyo de su familia inmediata, pero mucha gente le decía: ‘para qué estudiar una carrera en la aviación?’, ‘¿para qué ingeniería aeronáutica?’, ‘¿qué iba a hacer con eso?’… le ponían una cantidad de obstáculos y peros", comentó Ana Persiani, vicepresidenta para las Américas de IAWA.
Con base en su experiencia, Divya subrayó la importancia para las mujeres de tener modelos a seguir o mentoras que les inspiren a sobreponerse a las adversidades.
Un ejemplo que adoptó fervientemente desde pequeña fue el de Kalpana Chawla, primer astronauta indo-estadounidense que viajó al espacio. De 1997 a 2003, Kalpana acumuló 31 días en la órbita terrestre llevando a cabo operaciones científicas. Desafortunadamente, fue una de las víctimas que pereció en la tragedia del transbordador Columbia.
Despegue exitoso
Avanzamos en su historia hasta la época en que Divya concluyó sus estudios de preparatoria. Gracias a sus méritos académicos, fue aceptada por la Universidad Aeronáutica de Embry-Riddle, localizada en Daytona Beach, Florida. Primera frontera: superada.
La institución académica le otorgó un apoyo económico para cubrir sus gastos de colegiatura y manutención. Sin embargo, los fondos no eran suficientes para sobrevivir en los Estados Unidos, así que sus padres la apoyaron monetariamente durante los cuatro años que llevó a cabo los estudios de licenciatura.
Tras su llegada a suelo estadounidense, Divya se enteró que la Administración Aeronáutica y del Espacio (NASA, por sus siglas en inglés) pondría fin a su programa de transbordadores espaciales. Ya no podría seguir los pasos que inicialmente la habían inspirado.
Pero esto no la detuvo y, paralelamente a sus clases, realizó dos pasantías en Magga Products y Southwest Airlines. En este último caso, tuvo que mudarse a Dallas, Texas, por ocho meses.
En 2013 se graduó de la licenciatura en Ingeniería Aeronáutica y buscó permanecer en los EU para aplicar sus conocimientos. Al mes de haber egresado, fue contratada en un taller que forma parte de la red de estaciones de reparación de aeronaves de la Administración Federal de Aviación de ese país.
Ahí trabajó por más de dos años, tiempo que le sirvió para decidir complementar sus conocimientos técnicos con habilidades para alcanzar en un puesto directivo. Por tanto, regresó a Embry-Riddle para estudiar un posgrado en aeronáutica con especialización en administración.
Segundo impulso
En el segundo año de maestría, Divya asistió a un evento de IAWA en el cual pudo vincularse con ejecutivas y expertas de la industria aeronáutica mundial. Ahí se integró a los círculos de mentoras y guías y se enteró del estímulo económico que esta organización otorgaba. Participó y ganó la beca.
“Divya también está muy interesada en aportar, dentro de los círculos de mentoring que vamos a comenzar en Miami, su propia experiencia para que sirva de inspiración a otras que, tal vez estén teniendo desafíos similares, y que puedan sobreponerse a ellos”, añadió Persiani.
Una vez que concluya sus estudios de posgrado, seguirá su sueño de emprender proyectos aeronáuticos y aeroespaciales de larga escala, los cuales espera que rompan un sinfín de barreras para impulsar a la humanidad más allá de las estrellas.
Cabe mencionar que Divya asistirá a la 29a. Conferencia Anual de la IAWA, que se llevará a cabo en la ciudad de Berlín, Alemania, en noviembre próximo. La asociación cubrirá sus gastos mediante una extensión de la beca que le otorga.
'Brincar' la brecha
Sobre la actual brecha de género en la industria, la joven considera que esta puede resolverse a través de la concientización del trato equitativo, sin importar el género.
No obstante, reconoció que existen algunas circunstancias que le brindan ventajas a las mujeres sobre los hombres. Ejemplificó que hay ciertos casos en los que instituciones, que financian estudios o investigaciones aeronáuticas, otorgan sus estímulos a partir de factores que, además de considerar el mérito de las solicitantes, buscan cubrir una cuota de género.
Finalmente, en la perspectiva de Divya, el sector aéreo debe navegar sin consideraciones especiales más que los logros y trayectorias de sus miembros. Ese, parafraseando a Neil Armstrong, sería el próximo 'gran salto' para la humanidad.
- Inicie sesión para enviar comentarios
Facebook comments