La Subsecretaría de Transporte de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), a través de la Dirección General de Protección y Medicina Preventiva en el Transporte (DGPMPT) aplicó un estudio de evaluación de ámbito psicológico, al personal que opera en el sector aeroespacial, centrándose primordialmente en pilotos y operadores de vuelo, siendo la capacidad adaptativa, mediante la exploración de herramientas neuropsicológicas, la que formó parte de la investigación.
En la evaluación, donde se empleó un protocolo ideado por la misma Dirección, se trabajó con un grupo de 275 personas, de los cuales 230 son controladores de vuelo activos. El titular de DGPMPT, José Valente Aguilar Zinser, explicó parte de los resultados que se registraron durante el proceso: “detectamos que poco más de cinco por ciento tiene una personalidad psicopática, es decir, son individuos que tenemos que descartar; son individuos que no sienten culpa y que no tienen intereses más que los propios. Esta prueba eliminó a un grupo muy importante, nada más con sus pruebas de personalidad".
Estos primeros resultados se dieron a conocer en el Primer Congreso Mexicano de Medicina Espacial 2015, con los que se busca medir y evitar el riesgo que se puede presentar al desarrollar ciertas tareas, bajo condiciones psicológicas y fisiológicas no aceptables, como pueden ser los efectos o cambios cardiacos y parámetros oftalmológicos negativos. “Recientemente nos hemos dado cuenta que los procesos adaptativos son la clave. Adaptarse a un vuelo de 12 horas no es lo mismo que adaptarse a un vuelo de un año. Encontramos también en la aviación civil, que uno de los factores que no tomamos en cuenta, y que es de los más importantes, son las alteraciones psicológicas de un individuo que comprometan la seguridad de las personas”, señaló Aguilar Zinser.
Para la evaluación se realizaron tres pruebas, a cinco diferentes grupos, mediante las que se midieron parámetros de inteligencia, personalidad y funciones neurocognitivas.
El primer grupo mostró a 74 individuos, clasificados como aptos recomendables, que presentaron un cociente intelectual que va desde los 125 a los 143 puntos, un número por encima del promedio, además de marcadores normales en la pruebas de Inventario Multifásico de Personalidad de Minnesota 2 (MMPI-2) y en la de Neuropsi.
El segundo grupo, con 77 controladores, también marcado como personal apto recomendable, presentó un cociente intelectual de 100 a 120 y pruebas MMPI-2 y Neuropsi normales. El tercero incluyó a 50 personas con inteligencia debajo del promedio y prueba Neuropsi normal, pero fueron catalogadas como no recomendables. El cuarto grupo, con 17 personas, no fue apto, por presentar una prueba anormal y alteraciones en la personalidad. El quinto grupo fue descartado como recomendable, por presentar causas médicas no favorables.
De acuerdo con el funcionario, los resultados son el inicio de la aplicación de esta herramienta que se debe aproximar a las situaciones reales. "Este trabajo inicial, que a lo largo de los años ha sido evaluado, da para mucho tiempo; la información tiene que ser procesada y comparada año con año. Tenemos que recomponer nuestros parámetros y administración de riesgo en la elección de las personas que van a operar en condiciones nuevas y diferentes que exigen una adaptabilidad. Tenemos que aprender a medir el riesgo", concluyó Aguilar Zinser.
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