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02/05/2024

¿Qué pasará con la Estación Espacial Internacional y qué la reemplazará?

Carlos Duarte / Martes, 9 Enero 2024 - 01:00

La Estación Espacial Internacional (EEI) es uno de los mayores logros de la cooperación internacional en el campo de la exploración espacial. Desde el año 2000 la EEI ha albergado a más de 240 astronautas de 19 países, que han realizado más de 3,000 experimentos científicos en condiciones de microgravedad. Sin embargo, la EEI tiene una fecha de caducidad: La NASA ha manifestado que en 2030 dejará de operar y terminará ingresando a la Tierra para su descarte en el Océano Pacifico.

¿Qué pasará con la EEI? ¿Qué proyectos la sustituirán y qué implicaciones tendrá para el futuro del espacio? En este artículo, analizaremos las principales propuestas que se están desarrollando y las oportunidades que se abren para los países en desarrollo.

Comercializar la órbita baja

Una de las opciones que ha propuesto Estados Unidos es comercializar la órbita baja terrestre, es decir, permitir que empresas privadas exploten los recursos y las posibilidades que ofrece este espacio. De hecho, ya hay varias compañías que están trabajando en sus propias estaciones espaciales, con fines turísticos, científicos o industriales.

Por ejemplo, Axiom Space planea lanzar el primer módulo de su estación espacial en 2028 que se acoplará temporalmente a la EEI y luego se separará para formar una estructura independiente. Su objetivo es ofrecer alojamiento y servicios a gobiernos, empresas y particulares que quieran realizar actividades en el espacio.

Además, hay otras iniciativas como la de Nanoracks, que quiere convertir los tanques vacíos de los cohetes en módulos habitables; o la de Sierra Nevada Corporation, que está diseñando una estación reutilizable llamada Gateway.

China: una estación propia

Otro actor importante en el escenario espacial es China, que desde 2021 está operando la estación Tiangong, la cual tiene una  forma similar a la EEI, con un módulo central y dos módulos laterales, y puede albergar a tres astronautas de forma permanente.

China ha invitado a otros países a participar en su estación, especialmente a los que no forman parte de la EEI. De hecho, ya ha firmado acuerdos con Rusia, Pakistán, Francia y Alemania para realizar experimentos científicos en la estación Tiangong.

¿Qué alternativas hay para la órbita baja?

Ante este panorama, ¿qué alternativas hay para el destino de la órbita baja terrestre? Una posibilidad es que se mantenga la cooperación internacional entre las distintas agencias espaciales, tanto públicas como privadas, y se establezcan normas comunes para regular el uso del espacio. Esto permitiría aprovechar los beneficios de la exploración espacial para fines pacíficos y científicos, así como fomentar el desarrollo tecnológico y económico.

Otra posibilidad es que se produzca una competencia entre los diferentes actores espaciales, lo que podría generar conflictos por el control de los recursos y las posiciones orbitales. Esto supondría un riesgo para la seguridad y la sostenibilidad del espacio, así como para el cumplimiento de los tratados internacionales que rigen esta materia.

¿Qué oportunidades hay para los países en desarrollo?

En cualquier caso, la órbita baja terrestre ofrece oportunidades para los países en desarrollo, que pueden acceder al espacio mediante alianzas con otros países o empresas. Una posibilidad es el desarrollo de una estación espacial a partir de una alianza entre países en desarrollo que involucre también a actores industriales importantes. Esto, aunque puede parecer lejano de primera instancia, es algo que se podría hacer si se reconoce la importancia cada vez más grande del sector espacial así como los beneficios que este puede traer a los países en desarrollo. Impulsemos que esto suceda en el corto plazo y así consolidemos la Era Espacial.

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