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01/05/2024

La foria ocular en el piloto aviador como causa de riesgo aeronáutico

José Luis Merino / Martes, 25 Octubre 2022 - 19:12

¿Qué son las forias?

La foria ocular en el piloto es la desviación latente de uno o de ambos ojos, que suele manifestarse en circunstancias especiales, como episodios de estrés crónico y cansancio, en los casos de fatiga de vuelo después de largas jornadas de trabajo, así como en el proceso de degradación visual, derivado de la exposición continua a pantallas de sistemas Electronic Flight Instrument System (EFIS) en aeronaves con cabina de cristal y en casos de exposición visual a fotometeoros de fenómenos atmosféricos volando a grandes altitudes.

Las forias permanecen, la mayor parte del tiempo, latentes y no manifiestas debido a que  son compensadas por reservas fusionales. Éstas se encargan de mantener los ojos alineados a pesar de la existencia de estímulos desencadenadores de desviación ocular, como los descritos previamente.

Cuando un piloto presenta fatiga o estrés visual excesivo durante la vigilancia continua de instrumentos de vuelo, así como estrés informático auditivo por comunicaciones excesivas y confusas con control de tránsito aéreo, o incluso por estrés emocional previo, las reservas fusionales no son suficiente para compensar la foria, provocando que ésta se haga notar y origine síntomas como visión borrosa, visión doble y cefalea, lo cual puede ser ciertamente riesgoso en fases críticas del vuelo, por ejemplo durante la aproximación y aterrizaje o errores de interpretación en instrumentos de vuelo, poniendo en riesgo la operación.

¿Cómo detectar la presencia o desviación de la foria ocular?

Para diagnosticar las forias, tropias o estrabismo, existen muchas pruebas diagnósticas; sin embargo, el método más eficaz es la exploración del piloto en simuladores de vuelo, ya que una revisión rutinaria en un consultorio convencional de oftalmología puede no ser igual a las condiciones de comportamiento visual del piloto desarrollando una operación aérea, volando a 41,000 pies de altitud. 

Los movimientos que realiza el globo ocular durante el examen en simuladores de vuelo, permiten al oftalmólogo aeronáutico diagnosticar las forias, medir el nivel de desviación y determinar su magnitud y dirección para, con ello, establecer el tratamiento adecuado.

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