A finales de agosto de 2013, Miguel Alemán Magnani y José Luis Garza, presidente ejecutivo y director general de Interjet, cortaron el listón para presentar oficialmente el primer SuperJet 100 (SSJ100, también conocido como Sukhoi), con el fin de integrarlo a su flota –única en el continente americano– y ganar mercado no atendido en rutas regionales.
En 2015 el operador aéreo recibió el Sukhoi número 14, y para 2018 la aerolínea ya contaba con un total de 22 aviones, desarrollados por el grupo aeronáutico ítalo-ruso SuperJet International, coexistiendo con sus Airbus A320 (47), A320neo (3) A321 (6) y A321neo (7).
Cinco años después, el 14 de septiembre de 2018, al menos 500 trabajadores (entre pilotos, sobrecargos y personal de tierra) fueron despedidos de la empresa debido a una “reestructura temporal de la flota actual”, según una carta dada a conocer tres días después de los recortes, firmada por el propio Garza y dirigida a todo el personal.
“La ola de despidos de un día para otro nos provocó pánico e incertidumbre. Nos íbamos a volar sintiéndonos en la cuerda floja porque no había nadie que nos explicara qué estaba pasando. Fue difícil para todos”, comentó a A21 un capitán que aún permanece en la empresa, y por tanto solicitó el anonimato.
Los avisos de baja se llevaron a cabo a través de correos electrónicos que pilotos y sobrecargos recibieron incluso cuando se encontraban en ruta, y testimonios recabados por este medio coinciden en que la falta de comunicación de la aerolínea provocó un temor generalizado de ser despedidos en cualquier momento.
No obstante, cabe señalar que fuentes cercanas a la aerolínea aseguraron a A21 que la ola de despidos ha terminado.
Turbulencias de origen
Desde 2012, Interjet enfrentó problemas con su flota Sukhoi cuando alrededor de 200 comandantes que fueron adiestrados en las instalaciones de Alenia en Venecia, Italia, no pudieron volar durante un año debido a retrasos en la entrega de las primeras unidades, con el consiguiente costo laboral que ello implicó.
Al año siguiente se anunció una inversión de entre 12 y 15 millones de dólares para la instalación del primer simulador SSJ100 en el país, el cual estaría operando en 2015. Sin embargo, este proyecto no se ha realizado.
Foto: SuperJet International (Flickr, licencia CC BY SA 2.0)
Además está la pérdida total de uno de estos aviones por un incidente en el AICM, en octubre de 2015.
Y para la temporada alta de diciembre de 2016, la autoridad aeronáutica rusa advirtió sobre un defecto en una pieza que ayuda a estabilizar las aeronaves. Entonces, Interjet tuvo que suspender las operaciones de la mitad de la flota. Cabe señalar, que al ser un modelo de aeronave único en la región, no existen centros de mantenimiento en Latinoamérica.
Finalmente, y con la reducción anunciada, entre los casi 40 pilotos que fueron despedidos se incluyó a especialistas en SSJ100, varios de los cuales están preocupados porque no cuentan con horas de vuelo para operar otro tipo de aeronave, según testimonios recabados por este medio.
“Es justo y necesario agradecer a todos y cada uno de nuestros compañeros que han dejado de laborar con nosotros por su trabajo, entrega y dedicación. Espero que muy pronto podamos contar con sus servicios nuevamente”, apuntó la carta del director general.
A lo anterior se sumó la incertidumbre en el ámbito contractual, pues pilotos y sobrecargos comentaron en testimonio que, durante las últimas negociaciones del Contrato Colectivo de Trabajo, no fueron consultados ni informados sobre el proceso o los resultados alcanzados.
Y es que en días recientes circuló una carta electrónica –que aunque no está fechada se infiere que es previa al 31 de agosto– donde la Sección 15, sindicato que representa al personal de Interjet, informó sobre pláticas “con la alta dirección de la empresa y les han confirmado que tal rumor –el de los despidos masivos– era falso”.
“En caso de cualquier eventualidad, la empresa tiene la obligación de comunicarlo previamente a esta organización sindical para que estemos en oportunidad de garantizar los derechos de cualquiera de nuestros trabajadores”, afirmó Joaquín del Olmo, líder de la organización gremial, perteneciente a la Confederación de Trabajadores de México.
A21 buscó al director de la Sección 15 para conocer su postura respecto a los despidos, sin embargo, una persona identificada como Margarita Taboada nos comentó que Del Olmo “no daba entrevistas”.
Estrés laboral
Ante el panorama descrito, A21 consultó a un especialista para saber su opinión sobre cómo afecta el clima laboral a una industria especializada como la de transporte aéreo, en la cual la seguridad es la prioridad número uno.
Octavio Amezcua, médico aeroespacial y miembro de la Asociación Mexicana de Medicina de Aviación, comentó que la combinación de un sentimiento de incertidumbre con jornadas extenuantes de trabajo de hasta 100 horas mensuales, puede resultar en padecimientos y derivaciones psicológicas y fisiológicas que impactan en las capacidades laborales.
El primer síntoma es la falta de sueño, que de acuerdo con el experto, “es uno de los primeros y principales problemas porque empiezan los primeros descuidos, parte por fatiga y parte por miedo”.
"Los efectos de la restricción del sueño noche tras noche se acumulan, de modo que uno está cada vez menos alerta y menos funcional día tras día. Esto se describe a veces como acumulación de sueño atrasado", señala por su parte la NOM-117-SCT3-2016, que establece las especificaciones para la Gestión de la Fatiga en la tripulación de vuelo.
De ahí se pueden inducir padecimientos como gastritis, colitis, hipertensión y modificaciones en los niveles de azúcar en la sangre, en quienes tengan disposición para esto, abundó el doctor Amezcua.
Como dato relevante, de las 182 investigaciones de accidentes mayores que la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB) de los Estados Unidos realizó entre el 1 de enero de 2001 y el 31 de diciembre de 2012, en casi el 20% de ellas se identificó a la fatiga como causa probable, factor contribuyente o hallazgo.
Facebook comments