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01/05/2024

La ciencia y la tecnología espacial en la agenda del desarrollo

Fermín Romero / Jueves, 16 Noviembre 2023 - 19:36

La contribución de la ciencia y la tecnología espacial a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), Agenda 2030 de las Naciones Unidas, desempeña un papel crucial en la agenda del desarrollo, de los países en desarrollo en varios aspectos. La Agenda 2030 es un plan de acción global adoptado por los 193 Estados miembros de las Naciones Unidas en septiembre de 2015. Su objetivo principal es abordar los desafíos mundiales y promover un desarrollo sostenible en todo el mundo. La Agenda 2030 incluye los 17 ODS, que abarcan áreas como la erradicación de la pobreza, la educación de calidad, la igualdad de género, la acción climática y la paz y la justicia, entre otros en los que la ciencia espacial abona en la consecución de varios de estos objetivos.

Es importante destacar que, para que la ciencia espacial contribuya de manera efectiva en la consecución de la Agenda 2030, se requiere una colaboración coordinada entre gobiernos, industria, agencias espaciales, academia, comunidad científica, sociedad civil organizada, entre otros actores relevantes. Además, la utilización de la ciencia espacial debe llevarse a cabo de manera ética, responsable y sostenible para garantizar que beneficie a la humanidad en el largo plazo.

Las ciencias, las tecnologías y los datos espaciales contribuyen de manera directa e indirecta a la consecución de todos los ODS. Las ciencias espaciales engloban las disciplinas científicas que implican la exploración del espacio y el estudio de los fenómenos naturales y los cuerpos en el espacio ultraterrestre, incluidas disciplinas como la astronomía, la ingeniería aeroespacial, la medicina espacial y la astrobiología. La tecnología espacial incluye la observación de la Tierra (EO) desde los satélites, las comunicaciones por satélite y el geo posicionamiento por satélite. La ciencia y tecnología espacial es fundamental para la previsión meteorológica, la teledetección, los sistemas de posicionamiento global, los sistemas de televisión y comunicaciones por satélite, así como para los campos científicos como la astronomía y las ciencias de la Tierra.

Algunas formas en que la ciencia y la tecnología espacial están interconectadas con la Agenda 2030 incluyen áreas de aplicación -múltiples y diversas- entre las que destacan: Seguridad alimentaria y agricultura; aplicaciones médicas; conectividad satelital de banda ancha para reducir la brecha digital (telecomunicaciones, 5G  e IoT); geoposicionamiento por satélite (logística de transporte terrestre, marítimo y aéreo); reducción del riesgo de desastres y prevención de crisis humanitarias; gestión de los recursos naturales y el medio ambiente; aplicaciones científicas (monitoreo del cambio climático y efectos del clima espacial); educación, urbanismo, servicios financieros, entretenimiento, etc. 

Entre los desafíos aún pospandemia, se encuentra la urgencia de proveer la seguridad alimentaria para una población mundial creciente y potencialmente empobrecida, de acuerdo con las Naciones Unidas, se estima que en el año 2030 seremos 8,600 millones de personas. Al mismo tiempo, el cambio climático está impactando directamente en la agricultura mediante el surgimiento de eventos extremos, disminución de las precipitaciones y aumento de las temperaturas. La agricultura requiere de datos, información y conocimiento que permitan aumentar la eficiencia y eficacia de la gestión productiva, definida por la relación suelo-agua-planta, en forma sustentable. La observación remota satelital, la agricultura y pesca de precisión junto a las plataformas de predicción hidrológicas emergen como alternativas a ser consideradas para responder a estos desafíos.

Observación de la Tierra: los satélites espaciales permiten monitorear y recopilar datos sobre la Tierra desde el espacio, proporcionando información valiosa sobre el clima, la agricultura, la deforestación, la gestión del agua y otros aspectos medioambientales. Estos datos son esenciales para comprender y abordar cuestiones relacionadas con el cambio climático, la gestión de recursos naturales, la prevención de desastres naturales, y otros aspectos relacionados con el medio ambiente (ODS 13-Acción por el clima), así como para la toma de decisiones informadas en el ámbito del desarrollo sostenible.

Comunicaciones y tecnologías de la información: los satélites de comunicación mejoran las comunicaciones en áreas remotas en apoyo a la infraestructura de telecomunicaciones, contribuyen a proporcionar acceso a la información y a servicios de Internet y telecomunicaciones (conectividad global). La tecnología espacial es pieza fundamental para el desarrollo económico y social (ODS 9-Industria, innovación e infraestructura).  

Investigación científica: la exploración espacial impulsa la investigación y el desarrollo de múltiples tecnologías avanzadas, lo que puede tener aplicaciones beneficiosas en la Tierra en áreas como la medicina, la energía, la educación STEM y desarrollo de capacidades nacionales en el ámbito espacial que puede formar expertos y profesionales altamente calificados (ODS 4-Educación de calidad), el transporte, entre muchas otras. Las misiones espaciales permiten la investigación científica, lo que lleva a importantes descubrimientos y avances tecnológicos con amplios beneficios para la sociedad. 

Aplicaciones médicas y tecnológicas: la investigación y la tecnología espacial han llevado a desarrollos que tienen aplicaciones directas en la medicina y la tecnología de la salud. Por ejemplo, la investigación en microgravedad en el espacio ha permitido avances en la comprensión de procesos biológicos y ha perfeccionado tecnologías médicas innovadoras. Desarrollo económico: La industria espacial, que incluye el diseño, la construcción y el lanzamiento de satélites, así como la exploración, el turismo y la minería espacial, impulsará el desarrollo económico al crear empleos especializados y fomentar la innovación en este y otros sectores productivos; por lo que es importante que las naciones en desarrollo fomenten la generación de ecosistemas espaciales locales y regionales.

Gestión de desastres: la observación satelital y la tecnología espacial son vitales para la gestión de desastres provocados por fenómenos naturales y la respuesta a emergencias humanitarias, ya que proporcionan datos en tiempo real que ayudan a evaluar el impacto de los desastres y coordinar esfuerzos de socorro, más adelante revisaremos ejemplos específicos de colaboración internacional.

En todos estos ámbitos, la innovación tecnológica juega un papel determinante en la evolución de los cambios hacia un nuevo modelo que suponga mejorar el desarrollo en todo el planeta, sin dejar atrás a ningún país, evitando la desigualdad, la injusticia y asegurando la protección del medio ambiente y la sostenibilidad a largo plazo de la humanidad en la Tierra y en el espacio ultraterrestre.

Los nuevos avances tecnológicos pueden reducir los costos de la utilización, la adopción y la adaptación de las ciencias y tecnologías espaciales. El Machine Learning, la IA de datos y la computación en nube permiten obtener información automática de las imágenes satelitales para controlar los índices de pobreza y las aplicaciones agrícolas. Las nuevas funcionalidades de los satélites pueden dar lugar a nuevas aplicaciones de interés para los ODS. Las plataformas aéreas, como los drones, pueden complementar la observación de la Tierra desde los satélites. El crowdsourcing (práctica empresarial que exige a la empresa la participación de sus redes internas y externas para generar ideas y soluciones innovadoras que resuelvan un problema dentro de un proceso de innovación de principio a fin), está ampliando las oportunidades de colaboración entre los ciudadanos, las agencias espaciales y los programas e iniciativas tanto de los países desarrollados como de los países menos adelantados; con el fin de satisfacer las lagunas de datos y crear una serie de aplicaciones relacionadas, entre otras cosas, con el tiempo, el cambio climático, el control de la calidad del aire y la vigilancia de las enfermedades transmitidas por vectores. 

A pesar de que los costos de algunas tecnologías espaciales están disminuyendo y de que existe el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), cada vez existe un mayor número de datos de código abierto, no obstante, preexisten algunos obstáculos que dificultan su aplicación en determinados ámbitos y su utilización en algunas regiones, por ejemplo: el desconocimiento de las ventajas de las tecnologías espaciales; los elevados costos y la falta de recursos financieros -en particular en algunos países en desarrollo- para establecer programas espaciales; las lagunas en materia de tecnología y conocimientos especializados para desarrollar, utilizar y adaptar las tecnologías espaciales; los problemas relacionados con las necesidades de los usuarios, el acceso a los conjuntos de datos disponibles y su compatibilidad; las limitaciones geográficas para construir instalaciones de lanzamiento espacial y/o realizar investigaciones astronómicas; las dificultades que están surgiendo en cuanto a la regulación y la gobernanza internacional del patrimonio común espacial; e incluso algunos de los riesgos que entraña la utilización de las tecnologías espaciales.

En ese escenario, el proceso de convergencia que está articulando tecnologías emergentes como la Inteligencia artificial, Machine Learning y Big data, en el análisis de grandes cantidades de datos obtenidos con EO en plataformas de cómputo en Nube (Copernicus Data and Information Access Services, Earth Observation Data and Processing Platform y los modelos de aprendizaje automático); aplicaciones futuras de la tecnología de posicionamiento por satélite, para extraer información sobre el contenido de agua de la atmósfera y la troposfera que puede utilizarse en previsiones meteorológicas automáticas y mejorar las previsiones en zonas con fuertes tormentas; las plataformas de observación de la Tierra por satélite pueden controlar cada vez mejor los espectros inalámbricos mundiales; asimismo, los drones pueden ser una fuente de datos de observación de la Tierra relativamente asequible en comparación con los satélites, y se utilizan cada vez más en las aplicaciones de predicción de cosechas y seguridad alimentaria (el desafío en esta alternativa económica es la regulación); el crowdsourcing, apoyado en las herramientas digitales, móviles y de redes sociales, contribuirá a aprovechar mejor la tecnología espacial para fomentar el desarrollo sostenible, y la aparición de actores privados en el ámbito de la tecnología espacial, es un motor clave de los rápidos cambios tecnológicos en el sector. El costo que entraña poner un satélite en órbita ha disminuido considerablemente. Esta tendencia impacta considerablemente el desarrollo de las tecnologías espaciales y la aparición de los operadores espaciales privados de bajo costo, además abrirá posibles alianzas y colaboración entre los sectores público y privado.

Sin embargo, a pesar de las tendencias en el avance tecnológico y su velocidad persisten las limitaciones de capacidad en la utilización de las tecnologías espaciales, por parte de la mayoría de los países en desarrollo por razones diversas. Algunos análisis de las Naciones Unidas sugieren que lo anterior se debe a que las tecnologías relacionadas con el espacio y sus implicaciones y aplicaciones, están cambiando tan velozmente que no es fácil mantenerse al día con las tecnologías. El desconocimiento de las ventajas que ofrecen las tecnologías espaciales en el campo del desarrollo sostenible puede impedir que los países las aprovechen. En la experiencia de la Agencia Espacial Europea (ESA), se tiene conocimiento que la comunidad de la asistencia para el desarrollo (AOD) y los Estados receptores no siempre conocen qué información se puede obtener mediante la tecnología satelital, ni tampoco cuáles son sus costos y beneficios. Además de que, también carecen de experiencia en cuanto a cómo puede utilizarse la información de los satélites en las actividades de desarrollo. En varios países en desarrollo, la falta de capacidades nacionales y conocimientos especializados para producir información satelital -con los recursos locales y para prestar apoyo a los usuarios- puede obstaculizar la utilización de las tecnologías satelitales; por ello, es primordial contar con un número mínimo de personal calificado con capacidad para generar aplicaciones derivadas de las tecnologías espaciales. Entre los obstáculos que dificultan una mayor utilización de las tecnologías satelitales figuran el acceso restringido a los datos, la falta de compatibilidad de los datos, los datos que no son adecuados para los fines previstos, la falta de datos listos para el análisis y la frecuencia insuficiente de las observaciones. Las limitaciones geográficas de algunos países para construir instalaciones de lanzamiento espacial y realizar investigaciones astronómicas, además de la regulación, los riesgos y contrapartidas que entraña la utilización de las tecnologías espaciales.

En ese intrincado y complejo escenario, promover la investigación científica en el espacio para el logro de los ODS es una de las áreas de oportunidad para las naciones en desarrollo en las regiones de América Latina, África y Asia Pacífico. La cooperación Internacional y las mejores prácticas internacionales señalan a la Estación Espacial Internacional (EEI) como el mejor lugar para buscar introducir iniciativas de investigación científica, a pesar de lo competido que resulta esa tarea. La cooperación regional para vigilar las sequías desde el espacio representa otra veta de colaboración con beneficios para los países en desarrollo. La NASA con los satélites Landsat y la ESA -Sistema Europeo de Navegación por Satélite (Galileo) y el programa de observación de la Tierra (Copérnico)- apoyan a los países en desarrollo, además de las plataformas y redes de cooperación regional de Asia y el Pacífico relacionadas con las aplicaciones de la tecnología espacial y la gestión del riesgo de desastres -APRSAF y APSCO-, incluido el Programa Regional de Aplicaciones Espaciales para el Desarrollo Sostenible (Regional Space Applications Programme for Sustainable Development, RESAP) de la Economic and Social Commision for  Asia and the Pacific (ESCAP), equivalente a la Comisión Económica para América Latina-CEPAL. 

También existe la cooperación en materia de respuesta a los desastres y socorro humanitario mediante las tecnologías espaciales (que recientemente alertó al gobierno en México sobre Otis), UN Spider-Plataforma de las Naciones Unidas de Información Obtenida desde el Espacio para la Gestión de Desastres y la Respuesta de Emergencia, que promueve la utilización de información obtenida desde el espacio en las operaciones de gestión de desastres. La cooperación científica internacional para mejorar el acceso al espacio a través de las agencias espaciales y organismos especializados del sistema de las Naciones Unidas, como el programa de cooperación de la UNOOSA y la JAXA, conocido como Kibo Cube, que ofrece a los países en desarrollo la oportunidad de lanzar sus CubeSats desde el laboratorio Kibo en la EEI, y la Organización de Cooperación Espacial de Asia y el Pacífico (APSCO) fomenta la construcción de satélites capacitando a estudiantes y docentes universitarios; alternativas de ciencia y  tecnología espacial accesibles a las naciones desarrollo existen.

El aprovechamiento de las tecnologías espaciales para alcanzar los ODS, en principio requiere de políticas y estrategias para aprovechar las aplicaciones espaciales, así como de tecnólogos e ingenieros geoespaciales que puedan transformar los datos generados por los satélites en aplicaciones relacionadas con los ODS. En ese sentido, disponer -en los países en desarrollo- de una agencia espacial, de una entidad académica o de expertos en ciencia e ingeniería espaciales no es tan importante como disponer de científicos, ingenieros, tecnólogos y expertos geoespaciales que puedan crear aplicaciones para alcanzar los ODS. Esos expertos en aplicaciones derivadas de las tecnologías espaciales pueden transformar los datos de observación de la Tierra y otros datos obtenidos desde el espacio en conocimientos para impactar positivamente en el medio ambiente, la economía y la sociedad.

De ahí que sea muy importante la promoción de políticas y estrategias nacionales sobre el espacio y las aplicaciones geoespaciales; entrar en contacto con los mecanismos de cooperación regional existentes (como los ya mencionados), los cuales pueden contribuir a la elaboración de políticas regionales relacionadas con el espacio, la construcción de infraestructuras de datos espaciales; la generación de iniciativas de utilización de datos en favor de los ODS entre las múltiples partes interesadas, así como la cooperación internacional entre las redes satelitales de observación de la Tierra de todos los países a favor del logro de los ODS.

Como puede observarse, es un hecho que las ciencias, las tecnologías y los datos espaciales contribuyen en gran medida en la consecución de la Agenda 2030 y los ODS. Los costos se están reduciendo gracias a los nuevos avances tecnológicos y a la colaboración entre los actores locales, nacionales, regionales e internacionales. En términos de gestión de crisis, ayuda humanitaria y consolidación de la paz, la utilidad de la tecnología ha demostrado ser una poderosa herramienta aplicada lo mismo a procesos de votación que al uso de sistemas de datos abiertos y transparentes, por parte de los gobiernos. La colaboración y cooperación internacional es un eje rector fundamental, ningún país o sector, por sí solo, puede lograr esta tarea; todos los países estamos interconectados en la era digital y sólo lo podremos lograr en una alianza global que coadyuve a la promoción de la transferencia tecnológica a todos los niveles organizacionales y sectoriales, la creación de capacidades nacionales en las naciones en desarrollo y fortalecer las relaciones de las múltiples partes interesadas, a favor de la agenda del desarrollo. La ciencia espacial a menudo implica la colaboración entre diferentes países y agencias espaciales; esta cooperación internacional fomenta la paz y la colaboración global (ODS 16 - Paz, justicia e instituciones sólidas).

La ciencia y la tecnología espacial desempeñan un papel integral en la agenda del desarrollo, abordando desafíos globales, mejorando la calidad de vida, impulsando la investigación y la innovación, y contribuyendo al progreso económico y social; integrar las herramientas espaciales en las estrategias de desarrollo global puede tener beneficios significativos a largo plazo. Por ello, desde la perspectiva del desarrollo de las Naciones Unidas es recomendable que los gobiernos de los países en desarrollo  formulen políticas y estrategias nacionales con un enfoque en materia de ciencias, tecnologías y datos espaciales en favor de los ODS que reúnan a los gobiernos, las universidades, el sector privado y la sociedad civil; trabajen con el sector privado para entregar mejores productos a los usuarios finales; incrementen el apoyo institucional, financiero y de capital humano para crear capacidades de procesamiento y el análisis de los datos obtenidos mediante la observación de la Tierra; promuevan políticas de datos abiertos, computación en nube y acceso libre a la ciencia, que incorpore el intercambio de datos procedentes de la observación de la Tierra; investiguen e implementen las mejores prácticas y lecciones aprendidas en la formulación de políticas y estrategias relacionadas con el espacio, la elaboración de programas espaciales y la utilización de las ciencias, las tecnologías y los datos espaciales en aplicaciones relacionadas con los ODS, y, alienten la colaboración educativa mediante las redes de universidades para crear capacidades relacionadas con el espacio, por ejemplo, a través del  SGAC Space Generation Advisory Council -Consejo Consultivo de la Generación Espacial, a nivel global y en México y América Latina, a través de la Fundación Acercándote al Universo (FAU) y la ReLaCa Espacio. 

Es momento de sumar esfuerzos -a través de la cuádruple hélice (gobierno, industria, academia y sociedad civil)- en nuestra región a favor de la agenda del desarrollo desde el ámbito espacial, particularmente cuando se cuenta con iniciativas como el Centro Regional de Enseñanza en Ciencia y Tecnología del Espacio para América Latina y el Caribe (CRECTEALC), afiliado a la Naciones Unidas, con Campi en Brasil y México, y la Agencia Latinoamericana y Caribeña del Espacio (ALCE), a través de las cuales se debe promover una agenda común regional en la que el desarrollo y específicamente el desarrollo científico – tecnológico, en su vertiente espacial, impulse programas y proyectos satelitales enfocados en el desarrollo de capacidades nacionales (formación de capital humano especializado en el sector espacial) y el fomento de un ecosistema espacial latinoamericano, que nos permita reducir nuestra dependencia tecnológica y retener el talento latinoamericano, a favor de nuestro propio desarrollo sostenible.

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