El fabricante Boeing redujo nuevamente su producción del 787 Dreamliner, pasando de seis a cinco unidades construidas por mes para mediados de 2021, esto debido a la baja demanda en vuelos internacionales.
La empresa no entregó ninguno de los jets de fuselaje ancho durante el mes pasado, y los envíos de diciembre se ven lentos, luego que cada programa debe ser inspeccionado en búsqueda de alguna falla de fabricación.
Asimismo, algunas aerolíneas han decidido retrasar las recepciones de nuevas unidades 787, como la compañía israelí El Al, que acordó postergar la entrega de su último B787-8 por segunda ocasión; la aeronave debía incorporarse en marzo de este año, pero se prorrogó hasta marzo de 2021.
Bringing back one of our favorite photos to celebrate @United surpassing one million flight hours across its 787 #Dreamliner fleet! With 14 more 787 jets due for delivery in 2020 and in 2021, the flight hours will keep racking up for this passenger and cargo friendly fleet. pic.twitter.com/2AwP3Lx3iW
— Boeing Airplanes (@BoeingAirplanes) September 29, 2020
A la par de ello, la compañía estadounidense está estudiando una venta de acciones, entre otras medidas, para aliviar la carga de la deuda, la cual asciende a 61 mil millones de dólares para este año.
“Continuaremos invirtiendo en el negocio, pero tenemos que reducir el saldo de la deuda. Y analizaremos todas las oportunidades para hacerlo de la manera más eficiente”, declaró Greg Smith, director financiero de Boeing.
La menor producción de Dreamliners y la necesidad de vender acciones han puesto más presión en la compañía en medio de una crisis de aviación sin precedentes, señalaron analistas.
Sin embargo, como noticia buena, la compañía está preparando la entrega de 450 aviones MAX que construyó pero no pudo entregar luego del cese de operaciones del programa a causa de los dos accidentes fatales.
