Aunque últimamente algunos pasajeros se han tenido que enfrentar a malos ratos a bordo de un avión (baste mencionar ejemplos como el incidente del vuelo 3411 de United Airlines o el caso de Delta en el que una familia fue expulsada por las autoridades después de que se rehusaran a desocupar un asiento que había sido vendido dos veces), la aviación sudafricana cuenta con kulula.com o simplemente Kulula, una aerolínea que ha hecho del humor su principal arma para romper estos esquemas y arrancar una sonrisa a sus usuarios.
Esta compañía aérea con base en Johannesburgo fue fundada en 2001 y su nombre, tomado de la lengua zulú, describe a la perfección la actitud con la que se toma las cosas: fácil, simple y sin rodeos.
Es una filial de bajo costo de Comair, que a su vez es subsidiaria de British Airways y Grupo IAG. Opera principalmente vuelos domésticos y algunos internacionales a países cercanos como Namibia, Zimbabue y Zambia. Su flota esta compuesta exclusivamente por aviones Boeing 737 bajo el esquema tarifario “no frills”, es decir, que el precio del boleto no cubre beneficios a bordo como bebidas o botanas.
Lo anterior podrá sonar como una desventaja competitiva pero, como veremos más adelante, Kulula compensa con creces este modelo de negocio con la desenfadada actitud de sus tripulantes y una colorida experiencia de viaje, que combinadas con un récord de seguridad impecable (cero accidentes registrados en la base de datos de la OACI), le han granjeado una fidelidad y reputación sin precedentes.
Pero basta de datos aburridos. ¡Venga la diversión!
Anuncios insolentes y aviones didácticos
“Si viaja con dos hijos, escoja uno”, dice socarronamente una sobrecargo durante los anuncios de seguridad. Y este es solo un ejemplo de la forma en que la tripulación de Kulula provoca a sus pasajeros para que se relajen y disfruten de su estancia en cabina.
Su publicidad también busca estar a la altura de su irreverencia. Checa por ejemplo este anuncio televisivo que parodia a Top Gun, la popular película de los años ochenta:
Y en lo que respecta a la rivalidad con sus competidores, la campaña “La aerolínea más sudafricana” de 2013 causo la molestia de South African Airways (SAA), que interpuso una demanda formal por alteración y uso no autorizado de su marca. Compárese la pintura de una y otra flotillas:
Al final, la autoridad de publicidad sudafricana absolvió a Kulula, cuya respuesta al litigio fue de antología: “absolutamente y en definitiva somos la... forma más sudafricana de viajar”.
Y por si fuera poco, Kulula ha hecho de sus verdes aeronaves una flota de pizarrones movibles y de tamaño monumental, a través de los cuales los iniciados pueden aprender de un vistazo los principios de la aviación y el vuelo.
“El gran queso”, “el otro tipo que habla por el altavoz” y “la gente más cool del mundo”, son las definiciones que da la aerolínea a la función que cumplen capitán, copiloto y pasajeros, éstos últimos a quienes también identifica como "fans de Kulula".
Y es que con frases como “nadie nos vio llegar” o “este lado hacia arriba”, pintadas en letras gigantes a un costado del avión, a los usuarios sudafricanos les ha sido difícil resistirse a probar al menos una vez la experiencia de vuelo de Kulula. Y por qué no, repetirla.
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