Con innecesaria discreción se ha informado que la aerolínea de ultra bajo costo Volaris iniciará la ruta Los Angeles-Acapulco en un par de meses (y que podría sumar el próximo año otra: Chicago-Acapulco). Sin duda, se trata de una buena noticia para el icónico destino, que luego de la violencia que despuntó en el 2010 se vino a menos. Desde entonces, solamente United Airlines apostó por mantener su conexión internacional desde Houston.
El encanto del puerto llegó a cautivar lo mismo a American y Delta que United, quienes volaban sin chistar. Había tal demanda que incluso antes del 2000 llegaban vuelos chárter de España, Alemania, Italia, Canadá, Argentina o Brasil. Entonces, el costo del boleto no era un factor a considerar para tomar un vuelo entre México y Estados Unidos.
Las cifras más antiguas que tiene el archivo digital del Aeropuerto Internacional de Acapulco refieren que durante el primer año del nuevo siglo se movilizaron 467 mil 331 visitantes extranjeros, la cifra más alta a la fecha. Una década después bajó a 189 mil 458, y en 2015 llegó a su nivel más crítico: 52 mil 684 pasajeros.
Durante 2016 ya se registró un incremento del 2.6 por ciento en el tráfico foráneo de pasajeros. ¿Será que inicia una nueva época de gloria para el sitio donde el jet set pasaba sus momentos de ocio? ¿Qué está viendo Volaris?
Pese a todo, Acapulco es una gran marca turística que ha sido abollada en el ámbito internacional, pero no diluida. El viernes 13 de octubre, el presidente de la Unión de Federaciones de Asociaciones de Agencias de Viajes, Sunil Kumar, realizó una visita relámpago a la Ciudad de México. Antes de firmar un convenio de colaboración con la Confederación de Organizaciones Turísticas de América Latina (COTAL), a cargo del mexicano Armando Bojórquez, dijo que hay un enorme apetito de sus connacionales hindúes por hacer turismo en este país que no les resulta ajeno.
“La Ciudad de México, Cancún y Acapulco son los destinos que les gustan y tienen información de ellos. Es momento de incrementar la promoción turística. La conectividad aérea no es un problema porque se trata de que los hindúes que suelen ir a EU por 15 días crucen la frontera y estén unos cinco días aquí”, explicó Kumar.
Adicionalmente, el empresario dijo que tiene conocimiento de que todas las aerolíneas nacionales llegan a Acapulco.
El regreso del puerto a las pantallas de los aeropuertos fuera de México está en marcha aunque el proceso será lento, asegura el secretario de Turismo del municipio, Alejandro González.
Apasionado del turismo, tiene claro que la clave es invertir en publicidad que sea soportada con producto turístico, infraestructura y, sobre todo, con un buen trato.
“Competimos con otros destinos nacionales y estamos haciendo un gran esfuerzo por volvernos cada vez más atractivos, con buenas tarifas. Acapulco fue el rey en su momento pero luego se desarrollaron otros destinos. Un punto a favor es nuestro clima”, cuenta el funcionario vía telefónica.
Los temas de inseguridad, afirma, no han involucrado a los turistas. Son problemas entre integrantes de grupos que se dedican a actividades ilícitas y eso es lo que han reforzado en sus campañas junto con el Consejo de Promoción Turística de México.
Además de la nueva operación de Volaris, en los últimos días Alejandro González se ha dedicado a negociar con una chartera canadiense, cuyo nombre se reserva. Una vez que se concrete esa operación, se sumarán a las dos que hace Sunwing.
“Los canadienses han sido los turistas más leales con Acapulco, no han dejado de venir cada año. Justo ahora comenzamos nuestras campañas de promoción, por ejemplo, en Toronto. Acostumbramos poner anuncios espectaculares en sus carreteras que poco a poco se llenan de nieve”, explica.
Así, es momento de acordarse de Acapulco, de aquellas noches, de aquel glamour, de la misma manera que ya lo hizo Volaris.
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