La Administración Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA) concluyó la investigación sobre el incidente del New Shepard 23 de Blue Origin, que tuvo lugar el 12 de septiembre de 2022.
El informe final identifica como causa principal del accidente el fallo estructural de una tobera del motor, atribuido a temperaturas de funcionamiento superiores a las previstas.
Como respuesta, la FAA requirió que Blue Origin implemente 21 medidas correctivas destinadas a prevenir futuros incidentes, que incluyen la revisión del diseño de los componentes del motor y la tobera para mejorar su resistencia estructural durante el funcionamiento, así como ajustes en su estructura organizativa.
Durante el incidente, los sistemas a bordo del vehículo de lanzamiento detectaron la anomalía, lo que desencadenó un procedimiento de aborto y la separación exitosa de la cápsula del módulo de propulsión, seguido del apagado del motor.
La cápsula aterrizó de manera segura, mientras que el módulo de propulsión se destruyó al impactar contra el suelo, manteniéndose todos los restos dentro de la zona de peligro designada.
Cabe destacar que en ningún momento se registraron heridos ni daños a la propiedad, preservando así la seguridad pública.
Es importante señalar que la conclusión de la investigación no implica la reanudación inmediata de los lanzamientos del New Shepard.
Blue Origin debe llevar a cabo todas las medidas correctivas relacionadas con la seguridad pública y obtener una modificación de la licencia de la FAA que aborde todos los requisitos de seguridad y otros aspectos regulatorios pertinentes antes de llevar a cabo el próximo lanzamiento del New Shepard.
Facebook comments