La Asociación Latinoamericana y del Caribe de Transporte Aéreo (ALTA) expresó su preocupación por el aumento del costo del combustible de aviación, ya que representa un desafío para las aerolíneas que buscan recuperarse de la disminución de la demanda de viajes durante los años de pandemia.
Así lo dio a conocer José Ricardo Botelho, director ejecutivo de la organización, mediante un comunicado presentado en el seminario web “Vuela Brasil”, organizado por la Agencia Nacional de Aviación Civil (ANAC).
Según datos de ALTA, el costo por barril de combustible de aviación sostenible es de 305.66 dólares a la fecha, es decir, 74.6% más que los 175 dólares de hace dos años; mientras que el costo por barril de combustible regular para aviones es de 161.24 dólares hoy, lo que representa 210% más que los 52 dólares de hace dos años.
A medida que la demanda vuelve a la normalidad, las aerolíneas están descubriendo que puede que no sea factible reanudar el servicio con la misma capacidad que ofrecían antes de la pandemia, debido a los costos operativos más altos impulsados casi en su totalidad por el costo del combustible para aviones, se lee en el comunicado.
En lugar de la demanda de viajes, parece que los costos operativos se han convertido en el factor limitante en la recuperación pandémica de la industria de la aviación.
La razón principal del aumento del costo del combustible para aviones es una disminución global en la capacidad de refinación como resultado de la pandemia, cuando las refinerías existentes se vieron obligadas a desviar parte de su capacidad de producción para producir diferentes tipos de combustibles.
La invasión rusa de Ucrania también influyó, al provocar la disminución de las exportaciones de petróleo.
Respecto al aumento del costo del combustible para aviones, Botelho aseguró que es necesario revisar el precio del combustible de aviación, que es uno de los más caros del mundo; además de que esto es un obstáculo para el desarrollo de un sector, que podría crecer y conectarse mucho más, no solo al interior, sino con otras regiones.
Resaltó que el aumento en el costo del combustible para aviones parece haber tenido poco o ningún impacto en la demanda de viajes en Brasil, sobre todo porque en 2022, recibió 100 millones de viajeros, frente a los 33 millones de 2015.
“Brasil está en una excelente posición en cuanto a atractivo y competitividad, con una de las tarifas aeroportuarias más bajas del mundo. El crecimiento en el número de pasajeros a lo largo de los años refleja esta competitividad, ya que más viajeros significa más inversiones e infraestructura”, aseguró Botelho.
