La descarbonización de la aviación debería ser la “resolución de Año Nuevo” de todos los políticos que se preocupan por la aviación y el clima, indica una publicación de la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA)
Este organismo es uno de los promotores de que la aviación debe alcanzar cero emisiones netas de CO2 para 2050.
Recordó que en 2022 los gobiernos se comprometieron a apoyar ese objetivo, para eso crearon el Objetivo Aspiracional a Largo Plazo (LTAG) por parte de los estados en la 41 Asamblea de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI).
Además de que la asamblea también determinó que el Plan de compensación y reducción de carbono para la aviación internacional (CORSIA) es la única medida basada en el mercado mundial que se aplica a las emisiones de CO2 de los vuelos internacionales, lo que garantiza que las emisiones de CO2 de la aviación internacional se contabilicen una sola vez.
Sin embargo, recalcó que las continuas ineficiencias estructurales en la gestión del tráfico aéreo (ATM), son evidentes en Europa, sobre todo porque el Cielo Único Europeo (SES) podría reducir las emisiones de la aviación en Europa hasta en un 10% y que para lograrlo, las aerolíneas han invertido en la tecnología para que esto suceda.
Pero es “escandaloso” que los políticos europeos sermoneen a las aerolíneas y a los consumidores sobre la necesidad de reducir las emisiones, sin actuar ellos mismos, y que por lo tanto, los políticos deben rendir cuentas por no asumir la responsabilidad y cumplir en un área en la que están facultados.
Contrario a eso, los políticos prefieren medidas como la prohibición francesa de vuelos domésticos de corta distancia, donde hay una opción de tren de menos de 2.5 horas. Pero esta no es una opción suficiente, ya que un estudio de Eurocontrol mostró que si elimina todos los vuelos en Europa de menos de 500 kilómetros, se reduciría la cantidad de vuelos en un 24%, pero la reducción de CO2 sería en el orden de 3.8 a 4%.
A esta propuesta, IATA la calificó de “tontería”, ya que lo que se necesita es un debate anclado en los datos. “Y los datos demuestran que la mayor contribución que los políticos podrían hacer a este problema es reformar la ATM en Europa e implementar el SES”.
Por lo tanto, el organismo busca hacer cosas que tengan impactos reales y medibles en el medio ambiente.
Ahora que los gobiernos se unen a la industria en el compromiso de lograr cero emisiones netas para 2050, también deben asumir la responsabilidad y contribuir de manera significativa, con medidas prácticas que hagan avanzar a la industria.
“Permitirles contribuir a la descarbonización de la aviación debería ser la Resolución de Año Nuevo de todos los políticos que se preocupan por la aviación y el clima”, sostuvo IATA.
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