El Plan de compensación y reducción de carbono para la aviación internacional (CORSIA) es una de las medidas ambientales y económicas más viables que deben implementar los gobiernos e industria para reducir la huella de carbono en el sector aeronáutico, indicó la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) durante su 41ª asamblea, y reconoció este proceso como uno de sus objetivos estratégicos para el siguiente trienio 2023-2025.
Como un llamamiento exraordinario a la Asamblea, la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA) pidió a los gobiernos a apoyar a CORSIA como “la única medida económica” para gestionar la huella de carbono de la aviación internacional, esto es, que no se permita que ningún estado incluya impuestos u otros mecanismos que encarzcan los esfuerzos que está haciendo la industria en cumplir los objetivos de tener una aviación limpia.
Durante las dicusiones, que aún se llevan a cabo en el seno de la 41ª Asamblea de OACI, los delegados dijeron que este esquema está diseñado para aplicarse a nivel mundial y complementa otros esfuerzos de reducción de emisiones en el sector de la aviación, como innovaciones tecnológicas, mejoras operativas y combustibles de aviación sostenibles para cumplir con los requisitos que se establecieron en la conformación de CORSIA.
De acuerdo al diseño del proyecto, CORSIA se implementará en tres fases. Una primera llamada piloto, que abarca del 2021 al 2023; después, seguirá la primera fase, del 2024 al 2026; y como tercer paso, la segunda fase, de 2027 al 2035.
En cuanto a las dos primeras partes, indicó OACI, la participación es voluntaria. A partir de 2027, la participación se determinará en función de los datos RTK (Revenue Tonne/Km) de 2018.
CORSIA: la única medida económica
Desde el 1 de enero de 2022, 107 Estados voluntarios habían anunciado su intención de participar en CORSIA. Mientras que otros 8 Estados anunciaron su intención de sumarse a partir del 1 de enero de 2023, elevando el número total de Estados participantes a 115.
La meta, a la que se aspira a largo plazo, busca elminar la huella de carbono de la aviación para 2050, por lo que la OACI hizo un llamado a los Estados a centrarse en el mismo objetivo para que respalden este desafío de la industria.
“Necesitamos que los gobiernos apoyen el compromiso de la industria con las emisiones netas de carbono cero para 2050 con su compromiso y las correspondientes medidas políticas sobre descarbonización. Las decisiones correctas de los gobiernos pueden acelerar y fortalecer los cimientos para la descarbonización de la aviación”, dijo Willie Walsh, director general de la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA).
Indicó que este organismo apoya a CORSIA a pesar de que la línea de base que se propone “no es la que hubiéramos querido”, pero (las aerolíneas) entienden la importancia primordial de tener al mundo unido en un acuerdo.
Y puntualizó la posición de IATA: “Este acuerdo consolida a CORSIA como la única medida económica para gestionar la huella de carbono de la aviación internacional. Y esperamos que todos los estados honren, apoyen y la defiendan. Su integridad debe protegerse de impuestos adicionales, esquemas regionales duplicados o medidas similares que seguimos viendo que se introducen, los cuales socavan CORSIA y nuestros esfuerzos colectivos de descarbonización”.
Sin embargo, Walsh reconoció que el acuerdo es solo la mitad de la solución, ya que las decisiones tomadas en la Asamblea necesitan ser implementadas: “El hecho de que tengamos una multitud de impuestos ambientales cuando se acordó que CORSIA fuera la única medida económica global para gestionar las emisiones internacionales ilustra la importancia de una implementación efectiva”, dijo Walsh.
El factor pandemia
El 24 de agosto de 2022, durante el 226 periodo de sesiones del Consejo de la OACI, se completó el trabajo sobre la primera revisión periódica de la implementación de CORSIA, en el que en el contexto del desarrollo sostenible del sector de la aviación internacional se tomaron en cuenta los impactos de la pandemia de COVID-19 y la recuperación del sector, por lo que además de confirmar su anterior decisión para la fase piloto de CORSIA, el Consejo decidió sus recomendaciones en forma de ajustes a las futuras fases del programa para su consideración durante el 41 período de sesiones de la asamblea de la OACI.
En esa ocasión, el Consejo señaló que el comportamiento de la aviación durante 2020 se vio muy afectado por la pandemia, por lo que acordó que los datos de 2020 no se utilizarían con el fin de definir la línea de base de CORSIA, que debe estar referenciada a los datos de 2019.
Como resultado de las consideraciones, el Consejo decidió las siguientes recomendaciones a la Asamblea:
• Uso de las emisiones de CO2 de 2019 como referencia de CORSIA para la fase piloto (2021-2023);
• Uso del 85 % de las emisiones de CO2 de 2019 como referencia de CORSIA después de la fase piloto (2024-2035); y
• Cambios en el porcentaje de los factores de crecimiento del operador sectorial e individual para el cálculo de los requisitos de compensación bajo CORSIA de la siguiente manera: o 100% sectorial y 0% individual para 2021 – 2032; y 85 % sectorial y 15 % individual para 2033 – 2035.
• Próximos plazos de implementación de CORSIA (2022) al 31 de octubre de 2022
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