Dada a la entrada en vigor, a principios de año, de una cláusula de la Ley de Hidrocarburos que permite la libre distribución y venta de la turbosina en el mercado nacional, Alfonso Sarabia de la Garza, titular de Aeropuertos y Servicios Auxiliares (ASA), afirmó que el organismo que dirige está en condiciones para enfrentar la competencia por parte del sector privado.
En una reunión con diputados, Sarabia señaló que ASA tiene 50 años de experiencia para competir con cualquier empresa, incluso las extranjeras.
Vamos a luchar por dar el mejor servicio y el mejor precio”, sentenció.
Hasta el 2016, este organismo descentralizado de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) tuvo el monopolio del almacenamiento y suministro del combustible para aeronaves, no solo en las 18 terminales que administra, sino en la infraestructura aeroportuaria nacional en su conjunto.
Se estima que ASA distribuye más de tres mil 500 millones de litros de turbosina y gasavión anualmente, a través de sus 60 estaciones de combustible en todo el territorio mexicano.
Cabe recordar que es la Comisión Reguladora de Energía (CRE) la entidad encargada de emitir los permisos para transporte, almacenamiento y distribución de hidrocarburos, incluida la turbosina.
Esta dependencia ha declarado que, al 10 de abril de 2017, existen solo dos permisos tramitados para comercialización de turbosina y gasavión, y uno más que también involucra al diésel marino. Y sobre los nombres de las empresas cuyas solicitudes de permiso han sido admitidas a trámite, en el sitio de la CRE solamente aparece el de la Sociedad Cooperativa de Consumo de Servicios Aéreos, Aeropuerto del Norte, S.C.L.
Viacrucis burocrático y legal
Pese a la apertura decretada por la Reforma Energética, aquellas empresas interesadas en comercializar la turbosina deberán seguir un largo proceso para obtener el permiso.
Primero, la compañía debe de llenar un formulario vía la ventanilla electrónica de la CRE y proporcionar los documentos necesarios. Diez días después, sabrá si fue aceptada su solicitud o si se requieren más datos. Entonces tiene otros diez días y así sucesivamente hasta cubrir lo requerido.
Una vez aceptada la solicitud, la empresa será sujeta a una evaluación (que puede incluir una investigación, audiencias y solicitudes de información complementarias) que puede extenderse hasta por noventa días para obtener un resultado, ya sea positivo o negativo.
Y también está el bloqueo legal, pues como denunció en su momento la Comisión Federal de Competencia (COFECE), existe una cláusula (Artículo noveno transitorio) del Reglamento de la Ley de Aeropuertos vigente que le otorga la exclusividad a ASA para ofrecer este servicio en los aeropuertos a nivel nacional.
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