Existen gran cantidad de factores económicos, operativos y estratégicos que cuando se acumulan pueden llevar a la quiebra a una línea aérea comercial.
Cuando estos factores se combinan, incluso aerolíneas de mucho renombre se ven obligadas a una declaración de quiebra como fue el caso de PAN AMERICAN AIRWAYS, EASTERN, WESTERN, BRANIFF y una veintena de aerolíneas mexicanas, entre ellas Mexicana de Aviación (la primera), sólo por nombrar algunas de ellas
Para empezar, los costos de operación resultan ser fijos y son muy altos; el combustible, el mantenimiento de la flota, la nómina de los trabajadores, las tarifas aeroportuarias, la renta de las aeronaves, seguros y toda clase de impuestos.
Si los pasajeros transportados no son suficientes o el costo de los boletos son bajos es imposible poder cumplir las metas financieras mínimas para sostener las operaciones.
Otro factor importante es la competencia feroz en nuestros días por acaparar pasajeros y rutas y además de la búsqueda de bajos precios en boletos para viajar especialmente cuando se compite con las aerolíneas de bajo costo.
Por otra parte pueden existir eventos externos que normalmente son difíciles de prever como pandemias, guerras, terrorismo y fenómenos climáticos extremos, etc.
También son factores, el hecho de tener una mala administración y el descuido de una estrategia financiera a largo plazo, como por ejemplo comprar aviones nuevos y aumentar excesivamente una flota sin tener un estudio de mercado eficiente y realista para operar rutas rentables.
También una deuda excesiva puede llevar a una aerolínea comercial a caer en el impago de sus obligaciones perdiendo liquidez y flujo de caja y si a esto le aumentamos problemas estructurales del modelo de negocio desde sus inicios, el margen financiero y operativo se reduce drásticamente y con consecuencias.
Una línea aérea comercial en cualquier parte del mundo tiene un margen de ganancias muy reducido y este varía entre un 2 y un 5% en el mejor de los casos, a menos que sea una empresa administrada por el estado y que aún en números rojos pueda sobrevivir con base en subsidios gubernamentales y con costo a los ciudadanos que pagan impuestos.
Lograr que una línea aérea comercial empiece a operar desde que fue planeada puede tomar más de dos años dependiendo de las reglas y leyes de cada país, ya que se requiere desde el estudio de viabilidad pasando por obtención de financiamiento y estructura legal, proceso de verificación, y certificados de operador aéreo, pruebas operativas, entre muchos otros requisitos legales y para cumplir con los lineamientos internacionales.
Apenas ha llegado el primer avión Embraer 195E de los 20 que ha adquirido Mexicana de aviación militar.
Una aeronave moderna, de muy alta tecnología y excelente rendimiento siempre y cuando sea utilizada en rutas y aeropuertos muy bien estudiados mediante una planeación estratégica financiera y operativa adecuada.
Mexicana hoy tiene múltiples problemas que incluyen demandas millonarias por incumplimiento de contrato, costos de operación altos, está transportando muy pocos pasajeros en pocas rutas con tarifas menores a las de una aerolínea de bajo costo.
La pregunta clave sería:
¿Logrará Mexicana de aviación eficiencia financiera y operativa en el corto o mediano plazo o el gobierno continuará subsidiando indefinidamente con muchos millones de pesos a la aerolínea del Estado?
Mexicana no tuvo un buen comienzo y lo que mal empieza puede terminar mal.
Ojalá que las cosas se hagan bien y que los responsables de la administración de Mexicana de Aviación logren comprender los mil recovecos que tiene la industria aérea y que actúen en consecuencia para lograr el éxito.
Es vital recordar que no administran un escuadrón militar sino una línea comercial civil. Si entienden bien la diferencia y actúan en consecuencia podrían tener buenos resultados
Por el puro famoso nombre merece la pena el esfuerzo.
“Los artículos firmados son responsabilidad exclusiva de sus autores y pueden o no reflejar el criterio de A21”