El crecimiento del turismo en México y de la capital del país como principal atracción de los visitantes extranjeros puede traer efectos no deseados en la urbe, ya aquejada por los problemas de tráfico y hacinamiento: la sobrepoblación turística.
Este fenómeno es tratado en el último reporte del Consejo Mundial de Viajes y Turismo (WTTC, por sus siglas en inglés) y la consultora global McKinsey & Company, quienes señalan que conforme se incrementa la movilidad y viajes a destinos turísticos, también crecen los riesgos de otros fenómenos, como la saturación de sitios, degradación de la experiencia y hasta la turismofobia.
“Algunos destinos están en peligro de ser amados hasta la muerte. Después de todo, es difícil estar maravillado ante La Piedad de Miguel Ángel cuando estás codeándote con extraños”, indica el WTTC en el reporte “Enfrentar al éxito: gestionar la sobrepoblación en los destinos turísticos”.
En el reporte se analizan 68 ciudades, la Ciudad de México incluida, los problemas relacionados con la sobrepoblación turística y qué tan alto es el riesgo.
“La sobrepoblación no es exactamente igual en dos destinos”, comenta el organismo, por lo que se enfocaron en cinco tipos de problemas asociados con la sobrepoblación turística:
Residentes locales alienados. Los residentes locales expresan una serie de inquietudes sobre el turismo, incluido el aumento de las rentas, el ruido, el desplazamiento del comercio local y el cambio del carácter de los vecindarios.
Experiencia turística degradada. En muchos lugares, la experiencia turística en sí misma se está deteriorando debido a las colas, a la aglomeración o simplemente a las molestias asociadas.
Infraestructura sobrecargada. Dado que la infraestructura utilizada por los turistas se comparte con actividades esenciales no turísticas, como el comercio, la higiene y transporte, los visitantes se suman al desgaste y crean desafíos en términos de consumo de energía y gestión de residuos.
Daños a la naturaleza. Los visitantes también agregan desgaste al entorno natural de un destino en forma de contaminación, uso excesivo de recursos naturales como agua y bosques, mala gestión de desechos y daño a la vida silvestre, incluidas las especies en peligro de extinción.
Amenazas a la cultura y el patrimonio. El hacinamiento puede amenazar la integridad espiritual y física de un destino. La abrumadora mayoría de los visitantes actúa respetuosamente, pero la mera existencia de multitudes puede dificultar la seguridad.
Algunos lugares soportan dos o más de estos problemas al mismo tiempo”, comenta el WTTC
.
De acuerdo con la metodología del estudio, la Ciudad de México enfrenta más riesgos por la intensidad de turismo, que puede provocar alienación en los residentes locales; y amenazas a la cultura y el patrimonio por la gran afluencia en sitios históricos.
La preocupación por el turismo y sus efectos en la naturaleza y el patrimonio está creciendo en más países. Por ejemplo, el número de visitantes a Islandia casi se cuadruplicó de 2010 a 2016, lo que llevó al gobierno a limitar el acceso a algunos recursos naturales frágiles debido a las preocupaciones sobre el daño ambiental. En 2016, el gobierno de Tailandia, argumentando que llegaba demasiada gente, prohibió el acceso público a tres islas populares: Koh Khai Naiin, Koh Khai Nok y Koh Khai Un.
En 2016, México registró 35 millones de llegadas desde el extranjero, colocando al país como el octavo más visitado del mundo, de acuerdo con cifras de Euromonitor Internacional.
Los primeros 20 países con más turismo del exterior registraron 755 millones de visitas en 2016. Euromonitor calcula que para 2020, estas naciones acumulen 121 millones de llegadas más. En particular, México añadiría 5 millones de viajeros y turistas más en dicho periodo.
México experimenta un crecimiento en el turismo sin precedentes en los últimos dos años. Entre enero y octubre de este año, los ingresos por viajeros internacionales han sido de 17,371 millones de dólares (mdd), 9.02 por ciento más que en el mismo periodo del año pasado, de acuerdo con datos del Sistema de Información Económica del Banco de México (Banxico).
En todo 2016, los ingresos por turistas internacionales fueron por 19,649 millones de dólares, 10.4 por ciento más que en 2015.
Este aumento en la llegada de visitantes también se refleja en las reservaciones y experiencias más allá de los canales adicionales. México es el país con mayor crecimiento para la plataforma de hospedajes AirBNB en México, pues en los últimos 12 meses, el número de viajeros que hicieron una reservación a través de la app aumentó 165 por ciento, mientras que los anfitriones activos crecieron 75 por ciento en el mismo periodo, según datos de la compañía, que abrió oficinas en el país a mediados de año.
Cómo mitigar los efectos
Para enfrentar los problemas asociados al incremento de turismo, muchas ciudades han puesto medidas para tratar de mitigar los efectos, como limitar el número de visitantes en ciertos lugares y en ciertos horarios. Pero el Consejo Mundial de Viajes y Turismo propone cuatro puntos para lidiar mejor con los problemas.
Construir una base de datos y actualizarla regularmente. “Los destinos deben establecer sistemas de datos que vayan más allá de la compilación de las métricas estándar de los aeropuertos, hoteles y proveedores de servicios compartidos”, dice el WTTC. Por ejemplo, desarrollar una base de hechos más profunda en los diferentes segmentos de viajeros (negocios, ocio, excursionistas, etc.) puede ayudar a los líderes a comprender y satisfacer las necesidades de cada uno.
Establecer una estrategia de crecimiento sostenible. “Más destinos deberían estar trabajando en estrategias de turismo sostenible de lo que lo están haciendo actualmente. Sólo un tercio de todos los sitios naturales del Patrimonio Mundial de la UNESCO, por ejemplo, cuentan con una amplia planificación turística.”
Involucrar a todos las sectores de la sociedad. “La información y la estrategia perfectas solo pueden funcionar si todas las partes interesadas participan durante todo el proceso. Las autoridades de turismo deberían crear comités y otros mecanismos formales para trabajar con las partes interesadas, incluidas las comunidades locales, para debatir problemas y diseñar soluciones”, propone el organismo.
Encontrar nuevas fuentes de financiamiento. “Una vez que los datos, la estrategia y las partes interesadas se alinean, los destinos pueden explorar un número creciente de enfoques innovadores para financiar las inversiones en infraestructura y sostenibilidad”, indica.
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