El tamaño pequeño, la naturaleza ligera y las propiedades de los nanomateriales son de interés para industrias de alta tecnología, sobre todo de aquellas que requieren propiedades mecánicas de alto rendimiento, como la automotriz y aeroespacial.
Diversos productores de nanomateriales están trabajando con la industria aeroespacial para mejorar las piezas y los sistemas de las aeronaves que utilizan estos materiales.
La industria aeroespacial está tratando de reducir el peso de sus aeronaves mientras mantiene el mismo nivel de integridad mecánica en sus estructuras y piezas. Cuanto más ligero sea un avión, menos combustible utilizará, esto reduce las emisiones de carbono y reduce el costo de cada vuelo, según información de Mouser.com.
A lo largo de los años, los aviones se han vuelto cada vez más ligeros, por ello el tamaño pequeño y la naturaleza de los nanomateriales presentan una oportunidad para crear aviones menos pesados, la integración de estos compuestos mejora las propiedades de rigidez, resistencia y robustez de la estructura del avión, sin afectar su peso; esto, sin dejar de lado que también se puede introducir propiedades mejoradas de transferencia de calor y resistencia al mismo en la estructura del avión.
Los nanomateriales tienen el potencial de proteger a las aeronaves de los elementos hostiles en los que vuelan y de los factores que pueden afectar a la aeronave durante el vuelo.
Los rayos son un ejemplo del peligro externo que puede afectar a las aeronaves, sobre todo en las alas, y si la energía no se disipa de manera efectiva, puede causar graves daños estructurales.
Así, al integrar o recubrir con nanomateriales conductivos las alas de los aviones, como el grafeno, se puede obtener una solución que disipará la energía del rayo, de esta manera, estos compuestos ofrecen el potencial para la creación de conductores menos pesados que podrían reemplazar de manera eficiente a los metales.
La integración de nanomateriales en los componentes críticos de una aeronave también evita que se acumule hielo en estos componentes y en la superficie externa en general, esto alivia el estrés termomecánico durante los ciclos de calentamiento, proporciona una mayor eficiencia y un menor consumo de energía.
El uso de estos compuestos en el fuselaje y en la estructura dentro de un avión también puede amortiguar las vibraciones, esto podría ayudar a disminuir el ruido en la cabina desde el exterior.
Por ello, los impulsores principales en la I+D aeroespacial actual se orientan hacia materiales estructurales más ligeros y motores más eficientes, para reducir el consumo de combustible y las emisiones de carbono de los viajes aéreos y el transporte de mercancías, de acuerdo con información de Azonano.com.
De esta manera, el potencial que tienen estos compuestos, junto con la nanoingeniería para ayudar a lograr estos objetivos, justifica el interés en la nanotecnología expresado por la actual industria aeroespacial.
Facebook comments