Desde el control del tránsito aéreo hasta el avión comercial más grande o el dron más ligero, la conectividad es el camino del futuro en la industria aeroespacial, por ello se debe elevar constantemente el nivel cuando se trata de defender a nuestras computadoras, servidores, redes y datos contra ataques maliciosos, afirmó Billy Nolen, administrador interino de la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA).
“Dado que dependemos cada vez más de sistemas altamente integrados e interdependientes en la industria aeroespacial, no hace falta decir que tenemos que ser cada vez más proactivos y vigilantes cuando se trata de ciberamenazas”, aseveró el funcionario.
Durante su exposición en el Simposio de Ciberseguridad del Departamento de Transporte de Estados Unidos (DOT), Nolen agradeció a la fuerza laboral de seguridad cibernética, que en el caso de la FAA es responsable de operar el sistema de control de tránsito aéreo de la nación y supervisar el diseño, fabricación y pruebas de aeronaves y sistemas, incluida la aviónica.
“Dentro de nuestra agencia, contamos con una amplia arquitectura de redes, ya que los datos fluyen desde conexiones de internet confiables, a través de miles de conmutadores y hacia casi 70 mil puntos finales, solo para la red de la FAA. Una red y sistemas saludables son vitales para cumplir nuestra misión de poseer el sistema aeroespacial más seguro y eficiente del mundo”, aseveró.
Explicó que para evaluar amenazas cibernéticas o vulnerabilidades de las redes se desarrolló una instalación de pruebas cibernéticas en el Centro técnico William J. Hughes. Así se asegura la salud de las redes a través del Centro de Operaciones de Seguridad, donde se monitorea continuamente la infraestructura del DOT y la FAA, en busca de actividad cibernética sospechosa para resolver cualquier incidente.
“Nuestro objetivo como agencia, siempre ha sido reducir los riesgos de ciberseguridad en la aviación civil y en los sistemas de información de la FAA, incluido el control del tránsito aéreo. La FAA desarrolló su primera estrategia de ciberseguridad en 2015 y está en constante evolución”, afirmó el administrador interino.
Explicó que la FAA además, tiene responsabilidades de supervisión de seguridad para el diseño de aeronaves, la fabricación y las pruebas de productos aeronáuticos, la producción, la seguridad operativa continua de productos certificados, incluida la aviónica, y la certificación de pilotos y mecánicos, lo que implica un trabajo enorme.
Por lo general, gestionamos los riesgos cibernéticos emitiendo "condiciones especiales" específicas del proyecto que requieren que el solicitante demuestre que los sistemas críticos de la aeronave están protegidos contra interferencias electrónicas intencionales no autorizadas, en otras palabras, de piratería informática.
Una vez que una aeronave o producto está en el campo, la FAA aborda los problemas de seguridad cibernética de la misma manera que todos los problemas de seguridad, al monitorear continuamente la seguridad operativa utilizando una metodología basada en datos.
“A medida que evoluciona la tecnología del ecosistema de la aviación, esperamos que la ciberseguridad siga siendo un desafío cada vez mayor, un componente importante de la seguridad de la aviación y la eficiencia del espacio aéreo. Es un trabajo duro, pero es nuestro trabajo y es nuestra prioridad 24/7/365”, concluyó el funcionario.
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