Los más recientes planes de construcción de aeropuertos alrededor del mundo ya apuestan por brindar a los pasajeros un valor agregado en el paso por sus instalaciones que irá más allá de ser una visita de entrada por salida, en donde la tecnología, rapidez, comodidad y bienestar, les otorgarán el derecho de ser un destino propio.
De acuerdo con The Wall Street Journal, en los aeropuertos del futuro reconocerán al pasajero, lo saludarán por su nombre y sabrán exactamente cuál es su destino gracias a etiquetas inteligentes, autofacturación, vitrinas de venta virtuales, asistentes holográficos, escáners de seguridad láser y escaneo y embarque biométricos.
Por lo pronto, varios aeropuertos de diferentes zonas del mundo han presentado visibles cambios que poco a poco los encaminan hacia la concepción de los aeropuertos del futuro. Como ejemplos ya están las señales de localización que, con la ayuda del GPS en los smartphones, guían a los pasajeros a través de la ruta que conduce hacia las puertas de embarque; servicio que está disponible en los aeropuertos de Gatwick, en Londres, y en San Francisco y Dallas-Forth Worth, en los EU.
En 2025, tecnologías de autoservicio automatizadas a través de smartphones permitirán a los viajeros dejar momentáneamente su maleta en el McDonald's, o facturar, mientras piden un café en Starbucks", señaló Patrick Yeung, director ejecutivo de Dragonair.
Las terminales de países como Nueva Zelanda, Alemania, Portugal y Reino Unido, usan los chips incorporados en los nuevos pasaportes y sistemas de reconocimiento facial para identificarlos. En las salas de espera de Virgin Atlantic, en Londres, y de Cathay Pacific, en San Francisco, hay señales que reconocen a los viajantes cuando entran por la puerta y les ofrecen información como cartas de comida y bebida.
El uso de robots ya se aplica en la terminal Düsseldorf, en Alemania, donde un robot se encarga de estacionar el auto y devolverlo cuando se aterriza en el vuelo de regreso manteniéndose enlazado al itinerario con la matrícula del coche. Por su parte, investigadores están desarrollando robots capaces de despachar las maletas y devolverlas a los pasajeros minutos después del aterrizaje.
Entre los próximos nuevos aeropuertos futuristas que podrían ofrecer bosques, salas de yoga o albercas en la terraza, están el Maktoum Internacional, en Dubai, que estima brindar los atractivos de una "pequeña ciudad" con la comodidad de minimizar las esperas y las distancias que haya entre las conexiones de vuelo. El nuevo aeropuerto de México poseerá eficiencia energética que será parte del diseño sustentable de la terminal, y contará con celdas que brindarán energía solar, así como una planta que captará, procesará y reciclará agua de lluvia. El aeropuerto de Changi, en Singapur, tendrá un jardín vertical, mariposario, cascadas, cines y la escultura en movimiento más grande del mundo ("Kinetic Rain").
Los aeropuertos se están transformando para adaptarse a un mayor número de personas y están apostando por hacer de los vuelos experiencias menos estresantes, más agradables, y que brinden opciones de entretenimiento y bienestar. De acuerdo con Jack Plunkett, director ejecutivo de Plunkett Research, firma especializada en la industria de viajes, la cifra de pasajeros y aviones se duplicará para el 2033 y que el futuro de los aeropuertos se podría resumir en una frase: mucho más grandes y mucho más eficientes.
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