Los legisladores de la Unión Europea (UE) asignaron a la Agencia de Seguridad Aérea de la Unión Europea (EASA) una serie de nuevas responsabilidades que ampliarán aún más su mandato ambiental, como monitorear el progreso de la industria de la aviación hacia la neutralidad de carbono para 2050 y hacer que los resultados sean transparentes para los ciudadanos.
Al votar a favor de ReFuelEU Aviation, el Parlamento Europeo logró un acuerdo provisional alcanzado con el Consejo de la UE, y ahora se espera que adopte el texto definitivo.
El reglamento traerá un nuevo conjunto de tareas específicas para EASA, particularmente en el área de promoción y medición del uso de combustibles de aviación sostenibles (SAF), así como las reducciones asociadas en las emisiones de CO2.
También encarga a la EASA el desarrollo de un sistema de etiquetado ambiental para la aviación que proporcionará al público viajero información objetiva y con base científica sobre las emisiones que debe tener en cuenta al reservar un vuelo.
"Los SAF son actualmente la solución más prometedora para encaminar el transporte aéreo hacia la descarbonización y ReFuelEU es un hito en la promoción de la adopción de SAF", afirmó Luc Tytgat, director ejecutivo interino de EASA.
Añadió que esta legislación sitúa a la EASA en el centro de la campaña para reducir las emisiones de CO2 de la aviación. “Asignarle esta tarea también envía el mensaje claro de que la sostenibilidad no puede lograrse a expensas de la seguridad en la aviación. Debemos volvernos sostenibles de forma segura”, añadió.
ReFuelEU Aviation establece objetivos para que un porcentaje mínimo de SAF se utilice como mezcla con combustible para aviones en operaciones aéreas a partir de 2025, como medio para reducir constantemente las emisiones de CO2 del sector. Este porcentaje se aumentará gradualmente para estimular una mayor producción y adopción de estos combustibles.
Para 2050, el objetivo es que el 70% de todo el combustible suministrado en los aeropuertos de la UE sea SAF, de los cuales el 35% serían combustibles de aviación sintéticos que tienen un mayor potencial para reducir las emisiones de CO2. El ámbito de aplicación del Reglamento cubrirá al menos el 95% del tráfico total que sale de aeropuertos de la UE.
Para respaldar esto, ReFuelEU encarga a la EASA la elaboración de un informe anual que proporcionará mayor claridad sobre información como el origen, la cantidad y las características de los SAF adquiridos por los operadores de aeronaves, así como el estado del mercado, incluida información sobre la evolución del diferencial de precios entre el SAF y los combustibles de aviación convencionales. Se espera el primer informe alrededor del cuarto trimestre de 2025.
Como parte de este reglamento, la EASA deberá proporcionar un sistema de etiquetado destinado a revelar información sobre las emisiones a los pasajeros. Esto permitirá a los ciudadanos tomar una decisión informada a la hora de reservar sus vuelos basándose en una información más sólida, fiable, independiente y armonizada.
Las aerolíneas europeas pueden optar por proporcionar datos operativos como base para los cálculos. Estos datos, incluidas las emisiones de CO2 notificadas, serán luego verificados por EASA.
La EASA comenzará a emitir etiquetas medioambientales para vuelos a partir del 1 de enero de 2025.
Entre otras medidas, la legislación también pretende combatir la práctica del "tanque económico", es decir, cuando un operador de aeronaves transporta deliberadamente más combustible del necesario para completar con seguridad el viaje de ida previsto para evitar pagar mayores costes por el combustible en el aeropuerto destino para el regreso. El transporte de tanques hace que los aviones sean más pesados y, por tanto, aumenta el nivel de contaminación.
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