Durante el 54 aniversario luctuoso del piloto aviador Augusto Marquet García, el Colegio de Pilotos Aviadores de México (CPAM) le realizó un homenaje póstumo con el objetivo de refrendar su legado; “cuyas acciones fueron y son ejemplo para que el gremio levante la voz con dignidad y profesionalismo en beneficio de la aviación mexicana”.
En palabras de Ángel Domíguez Catzín, presidente del Colegio de Pilotos, la personalidad del capitán Augusto Marquet García es la de un hombre valiente “de esos que se plantan y no se venden”.
En el homenaje estuvo presente el capitán Roberto Marquet López, hijo del capitán Augusto Marquet García, quien recibió un reconocimiento del CPAM para distinguir a su padre.
También estuvieron presentes el contralmirante José Ramón Rivera Parga, Comandante del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM); Guillermo Macías Avitia, director ejecutivo de Seguridad Aérea de la Agencia Federal de Aviación Civil (AFAC), el general de grupo, Javier Sandoval Dueñas, presidente de la Feria Aeroespacial México (FAMEX), entre otros destacados pilotos aviadores.
En el evento, Domínguez Catzín hizo una remembranza de la vida de Augusto Marquet, destacando sus acciones para contribuir a resolver la problemática que vivía el gremio de pilotos y su lucha para todos los pilotos obtuvieran el reconocimiento y dignidad que requiere la profesión.
Refirió que junto a los pilotos aviadores Baldomero Homero Astudillo, Gustavo Melgarejo, Jorge Castillejos Figeroa y Andrés Fabre Tirán fundaron el 17 de junio 1947 el CPAM, y desde entonces se tomó el concepto básico de velar por los intereses de los agremiados en lo profesional elevando la calidad técnica y moral del gremio.
“La primera prueba de fuego del Colegio de Pilotos fue el 8 de enero de 1948 cuya mañana Augusto Marquet se presentó en el Aeropuerto Central de la Ciudad de México para impedir el vuelo de prueba de aerovias Guest México con destino a Madrid, pues este vuelo contaba con una tripulación estadounidense, violando así la Ley de aviación civil y sus preceptos constitucionales, con la anuencia de las autoridades aeronáuticas de esos tiempos. Con el aplomo que lo caracterizaba se plantó ante el entonces secretario de Comunicaciones y Transportes y le externó su inquietud y malestar”, dijo el presidente del CPAM.
Agregó que tras este episodio el capitán Augusto Marquet fue despedido días más tarde sin causa justificada y ya no pudo colocarse en ninguna otra aerolínea comercial mexicana. Posteriormente regresó a la vida militar y a la Fuerza Aérea Mexicana, “institución a la que permaneció hasta el final de sus días”.
“Sentir hondo, pensar alto y hablar claro, serían las palabras que quedarían enmarcadas en nuestra institución, palabras que dijo en su último discurso en una asamblea de nuestro Colegio en 1967. Día con día, los directivos que actualmente somos parte del Consejo Directivo y Comisiones buscamos y buscaremos honrar su memoria”, concluyó el capitán Ángel Domíguez.
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