Desde que se puso en órbita el Sputnik 1, en 1957, la tecnología espacial ha avanzado muchísimo. Hoy en día, un gran número de satélites orbitan la Tierra y nos proporcionan aplicaciones como la observación de la Tierra, las comunicaciones y la navegación, entre muchas otras. Todo esto lo conocemos en abstracto, por lo que todavía algunos de nosotros no somos conscientes de la importancia de la tecnología espacial y seguimos pensando que es un lujo que solo las naciones desarrolladas se pueden dar. Así que, en esta ocasión, quisiera ilustrar la utilidad de los satélites describiendo lo que podría pasar si un día nos quedamos sin sus servicios. Tal vez, con este ejercicio podríamos ilustrar la importancia de los satélites y la tecnología espacial, y eso nos podría animar a impulsar su desarrollo.
Imagínese que un día usted se levanta, enciende su televisión y se encuentra que muchos de los canales no funcionan. Tal vez esto no lo alteraría mucho, aunque lo pondría a pensar en que algo raro está pasando. Un poco desconcertado, sale en su auto rumbo a su trabajo, enciende el navegador de su teléfono celular y, ¡oh, sorpresa! No funciona. “¡Ah, caray, esto sí parece grave!”, se dice así mismo. Llega al café donde desayuna todos los días y quiere pagar con su tarjeta bancaria. “Hoy solo recibimos efectivo”, le dice el mesero. Desde hace rato no hay conexión y no se están autorizando las transacciones. ¡Ups! ¿Qué pasa aquí? Se dice usted, ahora sí, alarmado. Se vuelve a subir a su auto y enciende el radio. Por fortuna, eso sí funciona. No hay música, solamente escucha a locutores nerviosos que hablan y hablan sin cesar. Hay una alerta general en todas las estaciones. Noticias desconcertantes. Hay reportes de accidentes aéreos en algunas partes del mundo. La bolsa de valores está en declive. ¿Pero, qué pasa?, dice usted ¿Es el fin del mundo?
Mientras tanto, los pilotos de los aviones no pueden comunicarse con los controladores de tránsito aéreo, los buques están aislados en alta mar, el internet tiene problemas para operar. Están afectados los servicios del transporte, el suministro de agua y el suministro de energía. ¿Por qué pasa todo esto? Un componente crucial para el correcto funcionamiento de la mayoría de los sistemas, son las señales precisas de tiempo que reciben de los satélites de navegación, como el GPS. Esto afecta desde luego a los servicios financieros, ya que las estampas de tiempo que vienen del espacio son necesarias para sincronizar las transacciones. Un error de milisegundos significa ganancias o pérdidas cuantiosas en la bolsa.
Si los satélites dejan de funcionar, se acaba el mundo como lo conocemos ¿Estoy exagerando? Desde luego que no. Una interrupción de los servicios satelitales afectaría todos los aspectos de nuestra vida, y crearía un caos a nivel global de consecuencias catastróficas. Y es que, casi sin darnos cuenta, las actividades diarias dependen de la tecnología espacial. Y esta dependencia, en vez de detenerse, cada vez es mayor. Así que, el espacio literalmente rige nuestras vidas.
Me disculpo si lo asusté, estimada lectora, estimado lector. Espero que este escenario nunca suceda, pero también espero que le haya quedado muy clara la importancia de la tecnología espacial en nuestra vida cotidiana. Y es por esta importancia que le pido que apoye su desarrollo. El resto del mundo no se va a detener. O desarrollamos nuestra tecnología espacial o quedaremos atrasados para siempre.
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