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07/09/2024

Industria aeroespacial mexicana

Rosario Avilés / Viernes, 26 Julio 2024 - 01:00

En estos días se lleva a cabo en Inglaterra, la Feria Aeronáutica de Farnborough 2024, la edición de UK que se celebra cada dos años y se combina con la de París Le Bourget. Este importante evento logra convocar a las más importantes empresas de aviación e industria aeroespacial donde, desde luego, no falta la presencia de muchos países, entre ellos México.

La importancia de que México desarrolle una industria aeroespacial robusta y competitiva se encuentra en un contexto global donde las nuevas industrias tecnológicas y las tensiones económicas entre bloques regionales juegan un papel crucial.

En primer lugar, la industria aeroespacial es una de las más avanzadas tecnológicamente y su desarrollo implica la integración de diversas disciplinas como la ingeniería, la electrónica, la informática y los materiales más sofisticados (piénsese en Titanio y otros materiales que hacen más ligeras las estructuras para que el peso de una nave, aérea o espacial, no sea un tema que imposibilite la eficiencia).

Esta integración no solo promueve el avance tecnológico y la innovación, sino que también genera empleos altamente calificados y bien remunerados, que elevan el nivel de vida de los técnicos mexicanos y, sin duda, fortalecen a la economía nacional.

Como parte del bloque económico de América del Norte, México, Estados Unidos y Canadá enfrentan la competencia de potencias emergentes en el sudeste asiático, especialmente China, que ha invertido recursos y muchos esfuerzos en su industria aeroespacial. Tan es así que el nuevo fabricante Comac, no tardará en comercializar su C-919, un avión que emula a los B737 y A320 de pasillo único, de sus principales competidores occidentales: Boeing y Airbus.

Para mantener su competitividad, México necesita posicionarse como un actor más relevante en este sector. La industria aeroespacial mexicana ha mostrado un crecimiento de doble dígito en las últimas décadas (excepto durante la pandemia) gracias en parte a su proximidad geográfica y la integración con la cadena de suministro de América del Norte, especialmente en el marco del T-MEC.

Esta integración permite a México aprovechar las sinergias con empresas aeroespaciales establecidas en Estados Unidos y Canadá, lo que permite la  transferencia tecnológica, la inversión extranjera directa y oportunidades de capacitación para su fuerza laboral.

En un mundo cada vez más interconectado y dependiente de la tecnología, la capacidad de innovar y desarrollar tecnologías avanzadas es esencial.

La industria aeroespacial impulsa el desarrollo de tecnologías que pueden tener aplicaciones en otros sectores, como la medicina, la energía y las telecomunicaciones. Por ejemplo, los avances en materiales compuestos y propulsión pueden ser aplicados en la industria automotriz, para mejorar la eficiencia energética y abatir el impacto ambiental. Además, la industria aeroespacial requiere estándares extremadamente altos de calidad y precisión, lo que fortalece la cultura de calidad y la capacidad técnica de las empresas mexicanas involucradas.

El desarrollo de una industria aeroespacial fuerte también tiene implicaciones estratégicas y de seguridad nacional. En un escenario global donde la competencia económica se intensifica, tener una base industrial sólida en el sector aeroespacial puede ser un factor decisivo para la autonomía tecnológica y la defensa nacional. Además, la colaboración internacional en proyectos aeroespaciales puede fortalecer las relaciones diplomáticas y comerciales de México con otros países, lo que abriría nuevas oportunidades de mercado y cooperación. Ojalá lo logremos. E-mail: raviles0829@gmail.com

“Los  artículos firmados  son  responsabilidad  exclusiva  de  sus  autores  y  pueden  o  no reflejar  el  criterio  de  A21”

 

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