Es casi un hecho que en estas semanas se presente una nueva iniciativa que reformará el mecanismo de gestión de slots en la Ley de Aeropuertos. Se trata de una “tercera vía” respecto a las que en su momento presentaron, por un lado, la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) y por el otro la Secretaría de Comunicaciones y Transportes.
Lo que se busca con esta nueva propuesta –que es autoría de los Senadores- es que si bien el ente administrador de los slots sí sea autónomo (como lo pide Cofece), las reglas que siga sean básicamente IATA, lo cual da la razón a quienes opinan que no es necesario inventar lo que ya existe y ha probado que funciona durante décadas.
Lo más importante es que el mecanismo que se apruebe debe ser muy ágil y estar enfocado a los usuarios, que no solamente son los pasajeros sino –fundamentalmente- las líneas aéreas ya que son éstas las que sufren o no los efectos de la administración de slots y, claro, la de los propios aeropuertos.
Al margen de este asunto puntual de los slots, conviene mencionar lo que el director de la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA), Alexandre de Juniac, ha puesto en la palestra y que es un problema que aqueja al sector transporte aéreo: el estado de los aeropuertos y los precios de sus servicios –en particular los aeropuertos que fueron privatizados- lo cual sigue siendo una asignatura pendiente en la estructura de costos de las aerolíneas y que les estaría impidiendo ser más rentables.
Sabemos que las aerolíneas comerciales han hecho esfuerzos muy grandes para lograr ahorros críticos en sus costos. Ahora son mucho más competitivas y comienzan a mostrar rentabilidades consistentes, gracias a la eficiencia en combustibles, flotas y tecnologías nuevas, a lo que se suman restricciones en los salarios y prestaciones.
Este es un giro de 180 grados, tomando en cuenta que tradicionalmente se tomaba a las empresas aéreas como las “chicas tontas” de la actividad económica, al no tener rentabilidad por encima de un 3 por ciento anual en el mejor de los casos y, casi siempre, perder dinero en un sector que ha sido puntal de muchos otros.
Sin embargo, De Juniac hizo una dura crítica al modelo de privatización de las terminales aeroportuarias –modelo que se convirtió en toda una moda durante las dos décadas pasadas-, al grado de que se pensaba que, por principio, los aeropuertos de propiedad gubernamental sólo eran pesadas cargas e ineficientes.
Sin embargo, con las cifras en la mano, el director de IATA demuestra que esto no es así. A pesar de que muchos gobiernos tienen problemas para financiar infraestructura, los cinco aeropuertos con mayores índices de eficiencia del mundo son de propiedad gubernamental: Amsterdam-Schipol, Dubai, Hong Konk, Seúl Incheon y Singapur Changi.
En contraste, el director de IATA denunció que el foco de atención de la inversión privada en aeropuertos es el rendimiento pero no la calidad de los servicios. El alza en las tarifas no se ha traducido en mejores instalaciones ni servicios para los pasajeros y para las aerolíneas.
El foco debería estar puesto en el usuario, y a partir de ello generar utilidades. Lo contrario termina desvirtuando la misión para la cual fue creada esta infraestructura.
Mientas que una aerolínea es hasta cierto punto intercambiable, un aeropuerto sirve a un destino específico y sería absurdo tener más de una terminal aérea en un área, si ésta puede albergar todas las operaciones necesarias. De ahí que debe existir mayor vigilancia respecto a la competitividad de las terminales aéreas.
Lo oí en 123.45: Además, se debe investigar y hacer justicia en el caso de Mexicana de Aviación: anular las irregularidades, castigar a los responsables y resarcirle a los trabajadores su patrimonio.
E-mail: raviles0829@gmail.com
Twitter: @charoaviles
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