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28/12/2024

Sobrecargos low cost y el intento de secuestro de un avión de Volaris

Juan A. José / Viernes, 27 Diciembre 2024 - 04:00

Soy fan del modelo de alta eficiencia operativa, popularmente conocido como “Low Cost”, qué hay que decirlo, ha revolucionado muchas industrias, en particular la del aerotransporte, en el que lamentablemente muchas aerolíneas lo manipulan más en su beneficio económico que en el de sus favorecedores.

Una de las medidas que más crítico de las operadoras aéreasbajo este modelo es la contratación directa e indirecta de personal de servicio que en mi opinión carece del perfil y capacitación requerida, eso sí, a costos laborables muy reducidos.  Estoy hablando por ejemplo  de tripulaciones al vapor emanadas de escuelas de aviación patito, certificadas por autoridades aeronáuticas débiles, cuyo desempeño " a la hora buena" deja mucho que desear, algo que todo indica fueel caso de la actuación de los sobrecargos durante el incidente registrado el pasado 8 de diciembre cuando un sujeto empleó un bolígrafo para intentar secuestrar y desviar a los Estados Unidos un avión de Volaris realizando un vuelo regular entre los aeropuertos del Bajío y Tijuana (sólo espero que ahora no nos salga “alguien” con la jalada de prohibir instrumentos de escritura a bordo), evento en el que de acuerdo a los testimonios de otros pasajeros  que este analista ha escuchado en los noticieros, el proceder de la tripulación de cabina no correspondió a lo esperado, algo que no me sorprende conforme en los últimos años he constatado el deterioro de la calidad del personal de aire y tierra de las aerolíneas mexicanas. 

Todo indica que también resultó desafortunado el manejo que le dio al involucrado el personal de la Guardia Nacional, más verde que un aguacate, que lo trasladaba por tierradesde el Aeropuerto Internacional “Miguel Hidalgo” de Guadalajara, Jalisco, donde la aeronave aterrizó, hacia alguna dependencia policial, acciones en las que algo les falló dado el hecho de que el criminal les pudo agredir de tal manera que el conductor perdió el control de la patrulla,terminando por accidentarse, lesionando por lo menos al agresor.

Yo no sé usted estimado lector, pero quien firma esta nota ha sido recientemente testigo de desempeños por parte del personal de aire y tierra de las aerolíneas mexicanas que dejan mucho que desear; situaciones que me han dado material para sendas columnas publicadas en los espacios editoriales que como este las albergan, en las que más que exhibir malas actuaciones intento hacer un llamado a las aerolíneas para reconocer la existencia de áreas de oportunidad en su servicio dentro y fuera de sus aeronaves para a partir de ahí atender la problemática.

El personal de sobrecargos más allá de vender y servir comida y bebida a los pasajeros tiene como función principal velar por su seguridad, para lo cual debe estar preparado en todos los sentidos con el fin de reaccionar con profesional inteligencia, liderazgo y determinación a la hora de enfrentar cualquier tipo de amenaza, contribuyendo a la tranquilidad de los pasajeros y no sumándose a su temor. Viejos parecen los tiempos en los que un sobrecargo imponía amable, pero firmemente, su legal autoridad a bordo de una aeronave. 

Ignoro que acciones va a tomar Volaris derivadas del evento en comento y de la mala publicidad en los medios y las redes sociales que la aparente falta de involucramiento en la solución del mismo por parte de la tripulación de cabina le ha generado, algo que insisto, hay razones para acreditarle por lo menos a un pasajero. Lo que definitivamente me queda claro es que ha llegado el momento y más ante los crecientes niveles de estrés de los ocupantes de una aeronave, que las concesionarias de transporte aéreo de bandera mexicana voluntariamente mejoren la calidad de su servicio o se vean obligadas a hacerlo por parte de la autoridad correspondiente. Desgraciadamente no albergo muchas esperanzas que ello suceda, primero, por la miopíade los directivos de las aerolíneas y segundo por la negligencia de nuestros gobernantes, los primeros siempre pensando en el lucro y los segundos en hacer política.

En fin; sirvan este intento de secuestro y la manera como lo abordaron los involucrados como una señal de alarma, tanto para las operadoras como para las autoridades, en el sentido de que las más de las veces “lo barato termina siendo muy caro.”

 

“Los  artículos firmados  son  responsabilidad  exclusiva  de  sus  autores  y  pueden  o  no reflejar  el  criterio  de  A21”

 

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