“ El cambio es la puerta de entrada al progreso y al crecimiento”
Tony Robbins
Como nunca antes muchas instituciones del país han sido no solo atacadas sino totalmente abandonadas en este sexenio, imposibilitándolas para realizar el trabajo al que están comprometidas en perjuicio final de la sociedad y de país.
En el caso de AFAC (Agencia Federal de Aviación) ha sido una de las que más ha resentido ataques y abandono, y todavía hoy no cuenta ni con recursos humanos adecuados, ni tecnológicos, y desde luego, tampoco presupuestales.
Lo anterior nos ha costado no solo que nuestra industria aérea sea vista en el mundo con recelo en cuestiones de seguridad aérea, sino que nos ha costado muchos millones de dólares el haber caído nuevamente en categoría 2 después de la auditoría por parte de FAA.
Aunado a esto, la autoridad aeronáutica tampoco ha podido cumplir en su totalidad y en tiempo y forma con los requisitos establecidos en los diferentes anexos en la última auditoría realizada por OACI (Organización de Aviación Civil Internacional) hace apenas un par de meses.
Para colmo, a través de varias auditorías por parte de la propia Secretaría de la Función Pública (SFP) se dejan ver los graves problemas estructurales que tiene la agencia, que no son nuevos y a los que no se ha dado la importancia que tienen y que la tienen en el ojo del huracán aéreo internacional.
Una de esas auditorías del 2022 es la UAF-AD-010 y en ella, de acuerdo al periódico El Financiero en un reporte de Aldo Munguia, se da cuenta de las irregularidades de AFAC para otorgar certificados de explotador de servicios aéreos que regulan los requisitos para que una empresa pueda operar ya sea Ejecutivo, carga o comercial.
Y así mismo la Agencia Federal de Aviación incumple con muchos otros trámites importantes que son indispensables para que la industria aérea pueda operar de manera eficiente y con toda seguridad.
Se ha dicho hasta el cansancio y debemos reiterarlo: La AFAC requiere urgentemente de voluntad política para hacer el cambio.
Urge una dirección que sea civil, personal profesional experto, entrenado y bien pagado, tecnología de punta para optimizar procesos de todo tipo y para lograr todo lo anterior, obviamente suficientes recursos económicos.
También es imprescindible dotar de autonomía y recursos humanos y económicos propios al departamento de investigación de accidentes aéreos, modernizar y eficientar todos los procesos del CIAAC (Centro Internacional de Adiestramiento de Aviación Civil) y los de Medicina del Transporte y desde luego llevar a cabo un cambio completo en todos sentidos en el departamento de licencias a personal técnico que hoy trabaja como en los peores días de los años 70.
En fin, debemos de seguir insistiendo en que AFAC requiere cambios inmediatos y profundos en todas sus áreas y departamentos porque, al final, de su funcionamiento moderno y eficiente dependen vidas humanas.
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