“En mis tiempos decíamos, son chingaderas” - Miguel Alemán Velasco
Hace un par de días tuve la oportunidad de ver un vídeo que se hizo público en las redes en el que don Miguel Alemán Velasco, dueño de Interjet, habla sobre interesantes temas que tiene que con el funcionamiento de su empresa aérea Interjet y define como “chingaderas” a la competencia (leal o desleal) en el sector aéreo.
Personalmente creo que se tardó mucho en salir a aclarar los asuntos que según él mismo están afectando el nombre y la operación de la aerolínea, pero creo que sus declaraciones estuvieron todavía a tiempo para evitar daños mayores. Quienes trabajan en una línea aérea y los mercados del sector no pueden estar sujetos a tanta incertidumbre.
La impresión que me dejó Don Miguel Alemán es que parece que ahora sí está abriendo los ojos y se ha dado cuenta que en una industria como la aérea no se puede llegar a jugar a los “avioncitos” porque es una industria sujeta a fuerte competencia, no siempre leal y con bajos índices de ganancias, pero esto no es nuevo y ha sido así desde que la aviación se convirtió en un “negocio”.
En esta industria solo hay dos posibilidades: se gana o se quiebra y siempre hay que estar preparado para lidiar con toda clase de crisis internas y externas, pensar adelante aprendiendo de los errores y quienes no lo han hecho así hoy se encuentran en la lista de las aerolíneas quebradas (entre ellas hay, por cierto, verdaderos monstruos e íconos de la industria aérea nacional y mundial).
El anunciar que Interjet definitivamente no está quebrada, que se están comprometiendo a la compra de nuevos aviones de alta tecnología para cubrir nuevos mercados y afianzar los que tienen, me parece una medida más que adecuada, especialmente en un momento en que su número de pasajeros transportados aumenta de manera importante.
No son “chingaderas”, sino estrategias que cada día la competencia nacional e internacional busque nuevas formas de quedarse con la mayor parte del pastel y esto aplica no solo en aviación sino en cualquier negocio en el que se quiera pensar y ese negocio debe estar preparado para luchar por ese pedazo del pastel que le corresponde siendo innovadores y audaces pero también muy inteligentes.
Hay que recordar que Interjet se quedó con una parte del pastel después de la quiebra de Mexicana de Aviación y desde hace 17 años disfruta de eso y es lo que entre otras cosas puso los cimientos de la aerolínea y es lo que le ha dado un puesto importante entre los jugadores nacionales.
Es verdad que a veces la competencia no es muy leal, pero una declaración así viniendo del dueño de una aerolínea de bajo costo, (modelo que desde el inicio ha demostrado su falta de lealtad por el solo hecho de ser ese tipo de modelo) me parece, por decirlo de alguna manera, desatinado.
No son “chingaderas” que sus pilotos con experiencia y entrenados a un alto costo estén emigrando a otras aerolíneas nacionales y hasta extranjeras, si tomamos en cuenta que su trabajo en Interjet no es reconocido y sus condiciones contractuales son superadas por mucho por esas otras aerolíneas que incluyen a Aeroméxico, la cual por cierto, no vino a “volarse” pilotos a las puertas de Interjet sino que ellos mismos -buscando otros horizontes mejores y más prometedores- son los que han decidido el cambio.
Yo le diría a Don Miguel Alemán que la administración de su aerolínea debería cuidar a sus trabajadores, porque hay que recordar que esos trabajadores son los que le dan vueltas a la manivela de la máquina de hacer billetes, por lo que sus administradores deberían aplicar cambios desde su departamento de Recursos Humanos y convertirse en verdaderos líderes para encontrar la forma en que esos empleados le tomen amor a la camiseta y tengan sentido de pertenencia.
La muestra sigue siendo Sir Richard Branson, dueño de Virgin Airlines, quien ha puesto a sus empleados por delante y el resultado ha sido un verdadero éxito en todos sus negocios; no hay secreto.
En fin, 17 años de trabajo y esfuerzo de Interjet no se pueden tirar a la basura y es el momento de llevar a cabo los cambios necesarios desde muy arriba para poder asegurar su futuro. Eso debería incluir servicio a bordo y sobre todo atención a clientes y procedimientos en tierra para empezar.
Interjet tiene importantes activos, empezando con sus trabajadores, sus rutas, sus slots, millones de pasajeros transportados, su modelo de negocio, su flota, etc.
Todos en Interjet deben dar la bienvenida a la competencia porque la competencia es justamente lo que los puede hacer mejores.
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