Nuevamente tenemos en medios todo tipo de información sobre el proyecto del nuevo aeropuerto de Santa Lucía el cual, por cierto, ya fue echado a andar durante una agria ceremonia por el presidente López Obrador teniendo como testigos, entre otros, a los representantes de nuestras Fuerzas Armadas.
Los señores Riobóo, Espriú y López Obrador así como los arquitectos, ingenieros y diseñadores militares harían bien en irse enterando de lo que les espera porque, obviamente, algún día deberán entregar cuentas.
Más allá de los problemas económicos, sociales y ambientales que ya se ven en el horizonte, vale la pena tomar en cuenta los siguientes puntos que representan un verdadero reto técnico y de evaluación a través de estudios profesionales que pueden tomar años en ser completados.
Cada uno de estos puntos resulta ser una ecuación mayor de cálculo matemático y al final todos deben encontrarse perfectamente ordenados y coordinados para llevar a cabo operaciones aéreas que ya incluyen aeronaves de hasta 500 toneladas de peso.
Para empezar, es necesario implementar una clara política en seguridad operacional para llevar a cabo un proyecto en el que se involucra la vida de millones de seres humanos y luego:
Datos aeronáuticos, puntos de referencia del aeropuerto, elevación de aeropuerto y pistas, temperaturas de referencia, dimensiones totales del aeropuerto, resistencia de los pavimentos, emplazamientos para verificación de altímetros, distancias declaradas, condiciones del área de movimiento y de instalaciones relacionadas, salvamento y extinción de incendios, sistemas visuales de pendientes de aproximación y desde luego un programa de coordinación entre autoridad de los servicios de información aeronáutica y la autoridad del aeropuerto.
También, márgenes de las pistas, plataformas de viraje en las pistas, franjas de pistas, área de seguridad de extremos de pistas, zonas libres de obstáculos, zonas de paradas, áreas de funcionamiento de radio altímetros, márgenes y franjas de calles de rodaje, puntos de espera intermedios y en la vía de obstáculos, plataformas, puestos de estacionamiento aislados para aeronaves mayores, restricción y eliminación de obstáculos y sus exquisitos, objetos situados fuera de las superficies licitadoras de obstáculos.
Ayudas visuales para la navegación, indicadores y dispositivos de señalización, indicadores de dirección de viento, indicadores de dirección de aterrizaje, lámparas de señales.
Señales designadoras de pistas, eje de pistas, umbral, zona de contacto, faja lateral de pista, eje de calles de rodaje, de punto de espera en pistas, de puntos de espera intermedios, de punto de verificación de VOR en el aeropuerto, señales de puestos de estacionamiento para aeronaves, líneas de seguridad en plataformas, de guía y espera para vehículos, instrucciones obligatorias, señales de información.
Iluminación de emergencia, faros aeronáuticos, sistema d iluminación de aproximación, sistemas visuales de pendientes de aproximación, de guía para el vuelo en circuito , sistemas de luces de entrada en pistas, luces de identificación de umbral de pistas.
Se deben tener señales de luces de borde de pistas, umbral de pistas y barra de ala, extremo de pistas, ejes de pistas, zona de contacto en pistas, calles de salida rápida, zona de parada , ejes y bordes de calles de rodaje, barras de parada, iluminación de plataformas, sistema visual avanzado para estacionamiento de aeronaves.
Se debe contar con información visual sobre instrucciones obligatorias, identificación de aeropuerto, puestos de estacionamiento de aeronaves y balizas de bordes de pista sin pavimentar, bordes de zona de parada, bordes de calles de rodaje y delimitadoras.
Y habrá que estar muy pendientes de las ayudas visuales indicadoras de uso restringido, los sistemas de energía eléctrica normal y de emergencia para instalaciones de ayudas para la navegación aérea y comunicaciones de CTA, dispositivos de monitores.
Sistemas de equipos e instalaciones de aeropuerto, programa de mantenimiento de instalaciones, número, orientación y emplazamiento de pistas, zonas libres de obstáculos, cálculo de distancias declaradas, porcentaje de pendientes de pistas, lisura de superficie de pistas, determinación y expresión de características de rozamiento en superficies pavimentadas cubiertas con agua o nieve.
Desde el punto de vista exclusivamente operativo, lo anterior no es ni siquiera la mitad de lo que un aeropuerto requiere para ser diseñado, construido, aprobado y operado de acuerdo a lo establecido en el Anexo 14 de OACI, por lo que el reto es de dimensiones enormes empezando, por el hecho de que no se conocen estudios serios y aprobados que avalen el proyecto de Santa Lucía.
Estoy convencido de que seguir adelante con este aeropuerto, por encima de la opinión de expertos profesionales de México y de otras partes del mundo, nuestro gobierno está a punto de cometer el segundo gran error del sexenio, después la cancelación del proyecto Texcoco cuyo proyecto fue estudiado durante más de diez años y que ya tenía un avance mayor al 34% en su construcción.
En fin, llegará la hora de entregar cuentas y entonces escucharemos al presidente y a nuestras Fuerzas Armadas hablar del tema… cosa de tiempo.
Facebook comments