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23/12/2024

Comercialización y liderazgo espacial

Fermín Romero / Viernes, 28 Junio 2024 - 01:00

La semana pasada las autoridades aeronáuticas y diplomáticas de Chile y Argentina, firmaron un acuerdo bilateral de cielos abiertos, siendo sin duda, un día histórico para ambos países en materia de transporte aéreo.

Este acuerdo permitirá implementar acciones inmediatas que potenciarán el transporte aéreo y la conectividad de las dos naciones, entre estas acciones están: la apertura de nuevas rutas hacia ambos países y hacia terceros países, se ampliará y mejorará la oferta de los operadores de los dos países, habrá total flexibilidad operacional, se podrán operar rutas domésticas por las aerolíneas de ambos países; en definitiva, habrá mayor competencia, que resultará en más alternativas de viaje y mejores tarifas.

En voz de las autoridades aeronáuticas de los países signantes, la celebración de este documento era prioritario, “considerando la necesidad de avanzar en mejores condiciones de viaje para los chilenos y argentinos especialmente entre países vecinos”, señalaron. Dejaron ver también que “las relaciones aeronáuticas entre Chile y Argentina datan de 1948, por lo que con esta actualización se espera potenciar aún más el transporte aéreo de pasajeros y de carga entre estos importantes socios comerciales y seguir aportando desde la aviación a su desarrollo económico y social”.

En mi opinión, este acuerdo de cielos abiertos entre ambos países sudamericanos es un gran hito y lo es por las razones siguientes:

  • La aviación es, por su esencia y por naturaleza, una actividad económica y una industria evidentemente global y por lo tanto debe de ser “abierta” no cerrada.
  • La aviación conecta al mundo entero, por lo que no podría funcionar ni cumplir su objetivo intrínseco siendo cerrada, proteccionista e inflexible.
  • El transporte aéreo con apertura y flexibilidad, e incluso liberalizado, ya demostró desde hace muchos años sus enormes beneficios, principalmente en el continente europeo, en donde existe la mejor conectividad del mundo, operando de manera segura y eficiente, la mayor cantidad de aerolíneas “legacy” y “low cost” simultáneamente en un mercado aéreo altamente competido, pero en dónde todos tienen cabida de acuerdo a sus modelos de negocio y operación y al segmento al que se enfocan. 
  • Claro, ya sabemos a quienes no les va a gustar. Dirán los oponentes de la apertura y la liberalización, que se trata de otra región más avanzada, lo cual es cierto, sin embargo, eso no es impedimento ni obstáculo para que en otras regiones unidas y tan cohesionadas geográfica y territorialmente como la sudamericana y la latinoamericana, se pueda transitar y avanzar gradualmente hacia la integración económica y comercial.
  • Además de Europa, desde luego los Estados Unidos llevan el estandarte de la liberalización del transporte aéreo global, sí, en efecto tienen unos “players” gigantes a quienes el gobierno apoya, lo cual deja claro que los operadores americanos han hecho su “chamba”, han sabido vender y transmitir el enorme valor que genera y aporta la aviación a la economía nacional, en materia turística, comercial y de negocios. En Estados Unidos es del dominio público que la industria aérea es un verdadero motor de la economía.  
  • La apertura y la liberalización en la aviación ya no es una tendencia, es desde hace muchos años, una mejor práctica en la industria aérea global, impulsada por supuesto por la IATA y por los Estados, e incluso por la OACI a través de sus estándares y métodos recomendados dirigidos a regular una aviación abierta e inclusiva, recordemos el #ningúnpaíssequedaatrás. 
  • Importante recordar que, además de Chile y Argentina, otros países de la región latinoamericana como Panamá, Ecuador, Brasil y Colombia están transitando de manera gradual y de acuerdo a sus propias etapas, a la apertura y total flexibilidad del transporte aéreo.
  • La gran mayoría de las aerolíneas más seguras, competitivas, sostenibles y eficientes del mundo son de países y regiones que promueven e impulsan la liberalización de la aviación global, como Estados Unidos, Europa y el Medio Oriente. Cuantas aerolíneas no han cerrado y suspendido operaciones por políticas proteccionistas tanto internas como de los gobiernos, entre ellas mexicanas, por no salir a competir al mundo, sí, buscando las condiciones de equilibrio y equidad que se requieran, pero intentándolo, no muriendo sin haberlo hecho.
  • Se llegó a este acuerdo de cielos abiertos, no solo con el consenso sino con el impulso de los operadores aéreos de ambos países, en beneficio de la conectividad, de los usuarios e incluso de los colaboradores de las empresas que seguramente tendrán crecimiento con esta liberalización.
  • La integración y cohesión de las naciones en el concierto mundial, ha sido exponencialmente más benéfica y constructiva que el separatismo o individualismo de algunas regiones, afortunadamente cada vez las menos.

Felicitaciones a las autoridades y a las aerolíneas de ambos países que lograron materializar ese gran hito para la región, esperemos realmente que esta visión siga permeando en Sudamérica y en Latinoamérica y se siga avanzando en la integración de los cielos de nuestra región.

Siempre habrá detractores de la apertura, de la flexibilidad y de la liberalización del transporte aéreo global, pero los beneficios para los usuarios, para los países y para las empresas y sus colaboradores, son tan tangibles y visibles que no se pueden negar ni ocultar.

Solo por mencionar algunos:

  • Mayor y mejor conectividad nacional e internacional
  • Se multiplica y potencializa la oferta de servicios de los operadores aéreos
  • Tarifas más flexibles, diversificadas y competitivas
  • Mayor competitividad, confiabilidad y eficiencia en el mercado aéreo doméstico y global
  • Mayor inversión directa e indirecta, extranjera y nacional, en el sector del transporte aéreo

Líneas aparte merece el tema del cabotaje, que con independencia de la polémica que genera, me parece que claramente no ha sido una práctica ni exitosa ni redituable en los países en los que se ha implementado. Efectivamente, el cabotaje puede invadir materias y áreas sensibles relacionadas con la soberanía, con la seguridad aérea, con la normatividad, con el contexto social y con otras tantas, que pueden ser altamente riesgosas y lesivas para los países que lo adoptan. 

Por último, siempre existirán principios generales del derecho internacional público y recursos normativos del derecho aeronáutico que podrán invocarse y aplicarse para acotar y regular la transición hacia la apertura y la liberalización del transporte aéreo en un país, como, por ejemplo:

  1. El principio de gradualidad
  2. El principio de mercados equivalentes
  3. El principio de competencia en condiciones equilibradas en cuanto a oferta y demanda

Nada es tan negro o tan blanco que no pueda matizarse, acotarse, graduarse y regularse. Como dice uno de los slogans de la IATA, “la Aviación es el negocio de la libertad”, elimina barreras geográficas y acorta distancias entre las personas.

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