El pasado 16 de abril el portal de la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio / National Aeronautics and Space Administration (NASA) informó sobre la visita a México de Bill Nelson, administrador de la NASA y Pamela Anne Melroy, Administradora Adjunta, el 22 y 23 de abril, como parte de una serie de reuniones previstas con diversos funcionarios gubernamentales alrededor del mundo.
Bill Nelson y Pam Melroy tuvieron reuniones privadas con el presidente de México (dos horas, lo cual parece un buen indicio), representantes de la Agencia Espacial Mexicana y funcionarios de alto nivel del gobierno, incluidos senadores, diputados, empresarios, científicos, académicos, y estudiantes, con el propósito de fortalecer la cooperación bilateral en diversos ámbitos relacionados con la innovación e investigación en ciencia y tecnología espacial, ciencias de la Tierra, nanosatélites, entre otros. Lo anterior, considerando que México se adhirió a los Acuerdos de Artemis (diciembre, 2021), un conjunto práctico de principios guía para la cooperación -entre los países socios- en la exploración espacial, hacia el uso seguro, pacífico y próspero futuro del espacio ultraterrestre. Ambos países actualmente trabajan conjuntamente para alcanzar objetivos mutuos de lucha contra el cambio climático, donde la utilización de tecnología espacial posibilita la mitigación de los efectos del cambio climático, además de que buscan reforzar nuevas oportunidades de colaboración, incluida la participación de nuestro país en las misiones de la NASA en el estudio de la calidad del aire y la gestión de los recursos hídricos.
De acuerdo con el comunicado publicado por la Coordinación de Comunicación Social de la LXV legislatura en el sitio del Senado de la República, la reunión, coordinada con la Agencia Espacial Mexicana (AEM), deriva de la Minuta con proyecto de decreto de la reforma constitucional en materia espacial, que se encuentra avanzando en el proceso legislativo y que busca -entre otras cosas- elevar a rango constitucional, de manera “prioritaria”, la actividad espacial en nuestro país, además fortalecer la agenda educativa y de cooperación espacial entre ambos países en el marco de la nueva carrera espacial (NCE) y el New Space, por lo que el encuentro con los legisladores, contó con la participación de funcionarios del Poder Ejecutivo, empresarios y representantes de diferentes universidades.
El 22 de abril Nelson y Melroy se reunieron en el auditorio de la rectoría de la UNAM con estudiantes mexicanos de la Facultad de Ingeniería (equipo de cohetería experimental Propulsión UNAM), durante un evento de divulgación organizado por la AEM con el objetivo de incrementar las oportunidades en educación STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas) y proyectos de ciencia y tecnología espacial, así como subrayar su importante papel como integrantes de la generación Artemis. La colaboración de México con la NASA ha sido amplia y productiva, y se refleja en múltiples ámbitos, por lo que -sin duda- este encuentro en la UNAM fortalecerá la cooperación en la esfera educativa, la innovación y la investigación, particularmente en proyectos científicos mexicanos importantes tales como las misiones espaciales: Colmena, EMIDSS-6 y la constelación de nanosatélites AztechSat 2. Colmena 2, continuación de la primera misión de micro robótica espacial lunar desarrollada en el Laboratorio de Instrumentación Espacial (LINX), del Instituto de Ciencias Nucleares (ICN) de la UNAM, se lanzó exitosamente a principios de este año. El Experimental Module for the Iterative Design for Satellite Subsystems versión 6 (EMIDSS-6), del Instituto Politécnico Nacional (IPN), tiene por objetivo el desarrollo de la primera etapa de instrumentación, para la identificación de contaminantes, principalmente micro plásticos en la estratósfera, a través de un sistema de captura de imágenes del entorno relacionadas con la altitud durante el ascenso de la plataforma hasta su punto máximo de flotación en la Antártida; misión que será lanzada el 31 de diciembre de 2024 y permanecerá en la estratosfera durante 15 días dando una vuelta completa a la Tierra, a bordo de globos de super presión (SPB) que permiten alcanzar un alto nivel de flotación, le deseamos el mayor de los éxitos al líder de la misión, el Dr. Mario Alberto Mendoza Bárcenas del Centro de Desarrollo Aeroespacial (CDA-IPN). Por su parte, la constelación satelital AztechSat 2 es una misión científica para el monitoreo y protección de fauna marina y medio ambiente, para lo cual, la AEM y la UPAEP han sumado a varias universidades (UNAM, UNAQ, UPQ y UP) a este proyecto educativo altamente especializado.
En materia de formación de capital humano, la AEM mantiene un acuerdo con la NASA para que estudiantes mexicanos tengan acceso al Programa de Pasantías Internacionales. A este respecto, es necesario promover -desde el nivel gubernamental- que la actividad en ciencia y tecnología espacial y la educación STEM sean un asunto prioritario en la agenda del desarrollo, con el propósito de reducir el rezago histórico nacional en la materia e impulsar el gran talento de la juventud mexicana y con ello contrarrestar la fuga de cerebros.
En este contexto, entre los significados de esta relevante visita de Bill Nelson a México, a nivel geopolítico simboliza un compromiso con la cooperación bilateral, la diplomacia espacial y la promoción de avances científicos en la exploración espacial en la coyuntura actual, en la que la región de América Latina y el Caribe está recibiendo importantes inversiones y asistencia técnica en el sector espacial, de parte de países como China y Rusia. Ejemplo claro del interés chino en la región es la celebración del primer Foro de Cooperación Espacial China-América Latina y el Caribe del 24 al 26 de abril de este año, en el marco del Día del Espacio de China, organizado por la Administración Nacional del Espacio de China (CNSA), el Ministerio de Asuntos Exteriores de China y el gobierno provincial de Hubei, capital de Wuhan. El foro se dividió en cuatro ejes temáticos como la contribución de la infraestructura espacial al desarrollo social y económico sostenible; la exploración del espacio profundo y la ciencia espacial; el desarrollo innovador de la cadena de la industria espacial, y la gobernanza mundial y el desarrollo de capacidades en el espacio ultraterrestre. Asistieron al fórum alrededor de 90 delegados de 24 países y ocho organizaciones internacionales, entre los que figuran funcionarios gubernamentales, así como representantes de la industria, entidades de investigación y el sector privado, destacando la Agencia Latinoamericana y Caribeña del Espacio (ALCE), entre otras delegaciones de la región. Es evidente que, tras la salida de Ebrard de la Cancillería, la iniciativa ALCE impulsada durante su gestión se tambalea, considerando que la actual administración no apoya, ni entiende la importancia de un sector estratégico como el espacial (confiemos en que la siguiente administración cambie esto por completo); sobre el cual en otros países gobierno, industria y academia se vuelcan a promover su desarrollo. Previamente (2020 y 2021, Nicaragua), el Parlamento Centroamericano (PARLACEN), auspiciado por Rusia, organizó el primer y segundo foros virtuales en Centroamérica y el Caribe de Cooperación Espacial Rusia-Latinoamérica -en el marco de la Semana Mundial del Espacio- hacia la creación de la Agencia Espacial Centroamericana y del Caribe (AECA).
En este contexto, el robustecimiento de la relación México - Estados Unidos en materia espacial se vuelve crucial para proteger sus respectivos intereses comunes en la región y contrarrestar la influencia de actores externos a la región. En la NCE y el New Space, el espacio ultraterrestre se ha convertido en un escenario cada vez más importante en la geopolítica global, y América Latina no es una excepción. La región ha sido testigo de un creciente interés político y económico de China y Rusia en los últimos años, lo que genera preocupación por parte de los Estados Unidos y México. Es momento de que EE.UU. rediseñe su estrategia de cooperación internacional continental en materia espacial y, a través del NASA Artemis Program, articule una estrategia de desarrollo compartido independientemente de las asimetrías e intereses en materia espacial en los diferentes países de la región. Es esencial que la NASA apoye a la ALCE en la construcción de una agenda común de desarrollo espacial regional con proyectos de interés común, que articule los diferentes planes nacionales de desarrollo espacial y que impulse la creación, desarrollo y consolidación de un ecosistema espacial regional, que se promueva una mayor y efectiva participación de empresas y astronautas de la región en las múltiples misiones de la NASA, e inclusive a nivel privado. Al respecto, Bill Nelson en su intervención en la recepción que ofreció en su honor el Embajador de los Estados Unidos, Ken Salazar, fue categórico al subrayar que “ya es momento que otro astronauta mexicano (hombre o mujer) viaje al espacio en una misión de la NASA”, por lo cual fue ampliamente ovacionado.
Los Estados Unidos aún son la potencia espacial dominante a nivel mundial, con un presupuesto espacial muy significativo y un historial de logros importantes en la exploración espacial, para mantenerse en ese sitio -en la abierta competencia con China- necesitará del apoyo de países clave en la región, donde Brasil, Argentina y México destacan en primer lugar. En los últimos años México, con una AEM sin recursos, sin un programa espacial en forma con visión de largo plazo, ha sobrevivido y realizado portentos, sin el necesario apoyo que requiere. El país trabaja incesantemente desde la academia -con el respaldo institucional de la AEM-, en la creación de capacidades nacionales y los resultados son excepcionalmente visibles y denotan un gran potencial de nuestra nación en ámbitos como la ciencia espacial, los nanosatélites, la micro robótica lunar, las plataformas de lanzamiento y eventualmente el desarrollo de un vehículo lanzador. Por su parte, China en tan solo 30 años ha desarrollado un robusto programa espacial, amplias capacidades espaciales, así como contraespaciales, y ha logrado avances considerables, incluyendo la construcción de su propia estación espacial, con claras pretensiones de establecer presencia permanente en la Luna, al igual que los EE.UU. En el caso de Rusia, este país posee amplias capacidades espaciales y contraespaciales, además de una larga experiencia en exploración espacial, por lo que sigue siendo un actor importante en la industria espacial internacional, al margen del conflicto en Ucrania.
Estados Unidos tiene varias razones para preocuparse por la creciente influencia de China y Rusia en México y América Latina. En materia de competencia económica, China se ha convertido en el principal socio comercial de México y Rusia también está aumentando su presencia económica en la región, esto perjudica los intereses de las empresas estadounidenses y debilita progresivamente la influencia económica de Estados Unidos en la región. Asimismo, debe considerarse el potencial aumento de la dependencia económica de México y América Latina de China y Rusia, lo que puede derivar en que estos países sean más vulnerables a la presión de esas potencias. A nivel político, China y Rusia pueden utilizar su creciente influencia económica para ejercer presión política sobre México y otros países latinoamericanos, lo que puede socavar los valores e intereses propios de la región en temas como la seguridad nacional, sin considerar que una posible inestabilidad política y/o económica en México y América Latina provocaría un aumento de la migración hacia los Estados Unidos.
De igual forma, no podemos obviar la rivalidad estratégica entre Estados Unidos, China y Rusia, por lo que una mayor influencia de estas potencias en México y América Latina representa una amenaza en ciernes para la seguridad nacional de Estados Unidos y la relativa estabilidad regional. Desde la perspectiva de seguridad, a nivel global, cada vez un número mayor de países está buscando utilizar el espacio para mejorar sus capacidades militares y la seguridad nacional, generando una gradual utilización y dependencia del espacio para la seguridad nacional, ya que gran parte de la economía y la sociedad global dependen cada vez más de las aplicaciones crecientes espaciales. De ahí la importancia de desarrollar una estrategia espacial conjunta entre México y Estados Unidos para proteger los intereses comunes en materia espacial en la región.
En este escenario, la visita de Bill Nelson también significa oportunidades de colaboración en materia espacial con la NASA para México y América Latina, derivado de la creciente competencia entre Estados Unidos, China y Rusia por los recursos espaciales y la influencia en la región; así como la falta de recursos financieros y tecnológicos en México y otros países en la región para impulsar sus actividades espaciales. Estas oportunidades representan la posibilidad de desarrollar proyectos espaciales conjuntos entre México y Estados Unidos que beneficien a ambos países; utilizar la tecnología espacial para abordar problemas comunes como el cambio climático y la seguridad regional, así como el potencial de fortalecer la cooperación bilateral en otros ámbitos. De esta forma, México puede jugar un papel importante en la geopolítica espacial regional con beneficios tales como fortalecer y aumentar la inversión en su programa espacial, enfocando baterías hacia el desarrollo de las capacidades necesarias para competir exitosamente en la nueva carrera espacial y el New Space; colaborar con Estados Unidos en el desarrollo de una estrategia espacial conjunta para proteger los intereses comunes de la región; México puede trabajar -a través de la ALCE-con otros países de América Latina y el Caribe para promover una amplia e intensiva cooperación en materia espacial.En este contexto, la geopolítica espacial es un tema complejo y desafiante, un nuevo escenario de competencia entre las potencias espaciales, pero también presenta oportunidades importantes para México y la región. Al trabajar conjuntamente con los Estados Unidos y otros países de América Latina y el Caribe, México puede desempeñar un papel importante en la configuración del futuro de la actividad humana en el espacio ultraterrestre.
Los significados de esta visita -sin duda- tendrán correlativo en rubros tales como la cooperación internacional, donde probablemente signifique un compromiso con la exploración e investigación espaciales. La NASA colabora a menudo con otros países para compartir conocimientos, recursos y tecnología. La visita de Nelson evidencia el interés de fortalecer los lazos con México en áreas como la diplomacia espacial, donde podría formar parte de esfuerzos más amplios en la región, utilizando la exploración espacial como medio para fomentar la buena voluntad y la cooperación entre las naciones, al tiempo de instaurar relaciones sólidas con México en el campo de la exploración espacial, con beneficios diplomáticos para ambos países. México posee conocimientos, talento juvenil y recursos científicos específicos en los que la NASA esté interesada en colaborar, por lo que la visita de Nelson seguramente incluyó discusiones -de alto nivel- sobre posibles proyectos de investigación conjunta, acuerdos para compartir información, entre otras formas de intercambio científico. La colaboración con México también abre oportunidades económicas para ambos países, lo que puede incluir contratos para empresas aeroespaciales, empresas conjuntas en proyectos de exploración espacial o el desarrollo de nuevas tecnologías con aplicaciones comerciales. La empresa regiomontana Frisa, hoy fabrica componentes a SpaceX y a la NASA. La visita de Nelson incluyó las iniciativas educativas y actividades de divulgación destinadas a inspirar a los estudiantes y al público en México sobre la exploración espacial y la ciencia. El compromiso de apoyo al desarrollo del desarrollo espacial con el pueblo mexicano ayudará a fomentar el interés en los campos STEM y potencialmente conducirá a futuras colaboraciones o contribuciones de científicos e ingenieros mexicanos en desarrollos de tecnología espacial e inteligencia artificial, con el NASA Artemis Program.
Es importante tener en cuenta -en este análisis- que estas son solo algunas consideraciones por las que Estados Unidos está preocupado por la creciente influencia de China y Rusia en México y América Latina, por lo que la visita a México de Bill Nelson demuestra que, para los Estados Unidos, la situación es compleja y hay muchos otros factores a tomar en consideración.
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