Pasar al contenido principal
23/12/2024

Lesiones oculares y craneofaciales en pilotos de aviación general por impacto con aves en vuelo

José Luis Merino / Martes, 27 Septiembre 2022 - 19:16

Un impacto con pájaros en aviación, o birdstrike, se define como “cualquier contacto entre una aeronave en movimiento y un pájaro o grupo de aves”.

En los aeropuertos y en sus proximidades se consideran un peligro para la seguridad de las aeronaves y sus tripulantes pero, ¿sabías que, en promedio, ocurren más de 16 impactos de pájaros contra aviones diariamente? La mayoría de estos incidentes se producen en alturas entre la pista y los 2.500 pies sobre el campo, según datos de la FAA en los Estados Unidos.

Los estudios realizados indican que, en promedio, alrededor del 85% de todos los impactos ocurren durante la fase de despegue o aterrizaje. Un 13% de los casos se produce en el parabrisas, el 8% en el morro del avión, el 31% en las alas, el 4% en el fuselaje.

Sin embargo, para la aviación general, compuesta particularmente por aeronaves ligeras monomotores o bimotores a pistón, como las usadas en escuelas de aviación, que habitualmente no cuentan con cabinas presurizadas y por ello no pueden volar a más de 12.000 pies, el peligro potencial de impactos con aves es aún mayor, ya que pueden colisionar con aves aún en fase de crucero, siendo esta la porción más larga del vuelo y no solo durante operaciones de despegue y aterrizaje, como en las aeronaves comerciales de aerolínea. 

Como ya se ha mencionado, una de las áreas de mayor posibilidad de impacto es el parabrisas de la aeronave, compuesto por polímeros de alta resistencia. Sin embargo, debido a la energía cinética de la aeronave, donde se mueve dentro de la masa de aire en aviones mono o bimotores a una velocidad promedio de 95 hasta los 200 nudos en la turbohélice, en combinación con la masa del ave que puede ir desde uno hasta 3 kilogramos, puede generar un impacto catastrófico capaz de perforar el parabrisas. Los fragmentos en movimiento a gran velocidad y algunos instrumentos de vuelo, habitualmente empotrados en el parabrisas, como compás magnético, GPS, iPads, etc., pueden generar lesiones oculares contusas por objeto romo, las cuales pueden producir desde lesiones oculares inflamatorias postraumáticas, hemorragia ocular interna, lesiones en la raíz del iris, hemorragia vítrea y desprendimiento de retina postraumático. Por otro lado, los fragmentos del parabrisas, e incluso material óseo de la misma ave, pueden generar heridas oculares que pueden ir desde simples abrasiones que solo involucren el epitelio corneal y estroma anterior y lesiones conjuntivales, hasta verdaderas perforaciones corneo, esclerales o mixtas, que ameriten reconstrucción quirúrgica urgente. En el momento de la ruptura del parabrisas, una gran masa de aire a gran velocidad impacta contra el rostro del piloto, con la posibilidad de ingreso de molestos cuerpos extraños y dificultad para respirar, lo cual puede generar cambios visuales que impidan la operación de la aeronave.

“Los  artículos  firmados  son  responsabilidad  exclusiva  de  sus  autores  y  pueden  o  no  reflejar  el  criterio  de  A21”

Facebook comments