Desde 2015, con el desmoronamiento del precio del petróleo y la caída del peso frente al dólar “hubo recortes presupuestales muy importantes y el (Nuevo) Aeropuerto (de la Ciudad de México, NAICM) no fue la excepción. En este momento (se tuvo que generar) la solución a un problema que estábamos encontrando: que no habría la inversión pública originalmente planeada para financiar el aeropuerto”, explicó Gerardo Ruiz Esparza, titular de la SCT.
Durante 2015, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público implementó diversos recortes en los proyectos del Presupuesto de Egresos de la Federación, más dos extraordinarios que aplicó en el transcurso de 2016 para ajustar el gasto público tras la caída en los ingresos petroleros, cuyos precios tocaron los 20 dólares por barril.
A esto se suma la caída del peso frente al dólar durante 2016, que no había sido tan dramática desde la crisis financiera mundial que se gestó en 2008 y 2009. Al cierre de ese año, la moneda nacional había perdido 20 por ciento de su valor frente al dólar, de acuerdo con datos publicados por el Banco de México.
Disminución del porcentaje de financiamiento público
Según el esquema financiero original del NAICM los recursos públicos debían cubrir al menos 58 por ciento del total de la inversión, por lo que GACM optó por emitir bonos de deuda de carácter privado. Éstos se respaldaron mediante una red de fideicomisos asociados a recursos como el cobro de la tarifa de Uso del Aeropuerto (TUA) que los viajeros internacionales pagan por salir del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM)
“Estos bonos internacionales, más los certificados bursátiles que se acaban de emitir hace poco por 30 mil millones de pesos es la bursatilización de estos ingresos a valor presente. Es como si se pagara en un solo día lo que se pagará en muchos años. Este es el principal respaldo del aeropuerto”, detalló Ruiz Esparza.
Debido a todos estos factores, se cambió el balance establecido originalmente entre fondos de origen público y privado.
A finales de enero pasado, Federico Patiño, director del GACM, declaró que la proporción de recursos privados tendría que incrementarse hasta 70 por ciento, mientras que los recursos presupuestales quedarían en 30 por ciento. Al cierre del primer trimestre de 2018 la proporción ya era de 75 a 25 por ciento, respectivamente.
En el transcurso de 2017 y hasta este año, poco más de 70 por ciento del costo total del proyecto se blindó a través de diferentes mecanismos de financiamiento con recursos privados. El respaldo se integró con seis mil millones de dólares (mdd) en bonos verdes, mil 600 mdd en colocaciones de Fibra E, mil millones con una línea de crédito revolvente asociada a la TUA, y tan sólo mil 250 mdd provenientes de recursos públicos.
Costo del aeropuerto ha variado debido al tipo de cambio: Ruiz Esparza
Hasta el momento estas sumas respaldan los 321 contratos que se han licitado por un monto de 140 mil millones de pesos. Este monto se incrementará a 190 mil millones al cierre de este año, cuando GACM cierre las licitaciones de nuevas contrataciones para la granja de combustible, edificios de apoyo y terminales de carga, entre otras.
Hasta la fecha, el costo total del proyecto en dólares se mantiene en 13 mil 300 millones, afirma Ruiz Esparza. “Desde luego que, si se toma en cuenta el tipo de cambio, sí hay una modificación porque el tipo de cambio varió de 12.75 a 18.50 pesos, ahí hay una alteración”, admitió el funcionario federal ante A21. De acuerdo a estas declaraciones, el costo total de la obra habría variado desde los 169 mil 575 millones de pesos hasta los 246 mil 50 mdp.
Hasta la primera semana de abril de este año, las obras del NAICM tienen un avance de 45 por ciento, y se estima que su primera etapa, en la que se permitirá la operación simultánea de tres pistas, sea concluida hacia finales de 2020.
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