Con el objetivo de atender las condiciones de seguridad en el suministro de turbosina de toda la red aeroportuaria del país, así como garantizar un servicio seguro y de calidad, Aeropuertos y Servicios Auxiliares (ASA) y el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) presentaron un prototipo de laboratorio móvil para el control de calidad de los combustibles de aviación.
Se trata de una iniciativa conjunta entre ASA y el Conacyt, auspiciada por el Fondo Sectorial de Investigación para el desarrollo aeroportuario y de la navegación aérea y desarrollada por el Centro de Ingeniería y Desarrollo Industrial.
Este proyecto permitirá expandir las capacidades del Laboratorio de Calidad especializado en combustibles de aviación, actualmente ubicado en la ciudad de México y acreditado bajo la norma NMX-EC-17025-IMNC:2006 de laboratorios de ensayo.
El laboratorio móvil atenderá la necesidad de pruebas metódicas y sistematizadas para la verificación y recertificación de la turbosina dentro de las especificaciones de autoridades y clientes, es decir, para confirmar que este insumo es apto para uso aeronáutico.
La unidad prototipo cuenta con equipos certificados bajo estándares nacionales e internacionales de calidad de los petrolíferos, como la Norma Oficial Mexicana NOM-016-CRE2016 y la ASTM D1655 Standard Specification for Aviation Turbine Fuels, entre otras.
Las siete pruebas que puede realizar el laboratorio itinerante -consideradas las de mayor relevancia e importancia durante el aseguramiento de calidad de la turbosina- son: estabilidad a la oxidación térmica, temperatura de congelación, conteo de partículas contaminantes, destilación, densidad, temperatura de inflamación y calificación por microseparómetro.
Recordemos que ASA es el principal proveedor de combustibles de aviación para la red aeroportuaria nacional. En 2016 abasteció un promedio de 12.1 millones de litros diarios.
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